Antología de Omar Lara reúne parte importante de su obra
El especialista Edson Faúndez y el autor le dieron vuelta al texto durante los últimos dos años.
Una invitación para ingresar en el imaginario poético de Omar Lara (Nueva Imperial, 1941) es la que se extiende al público para hoy, a las 19 horas.
En Artistas del Acero, los académicos Mario Rodríguez y Edson Faúndez -acabados conocedores de la obra de Lara-, van a presentar "Cuerpo final", nueva antología (340 páginas) lanzada por Editorial Cuarto Propio en torno al creador de revista Trilce en 1964.
"Cuando en 2009 salió mi anterior antología -Prohibido Asomarse al Interior- nos dimos cuenta con el estudioso y crítico Edson Faúndez, editor de ese libro como ahora de Cuerpo Final, que habían quedado fuera de la selección algunas zonas poco conocidas de mi trabajo. Por ejemplo, libros publicados en Rumanía y España estaban muy débilmente representados. Tuvimos la idea de ordenar toda, toda mi poesía en un gran volumen, pero al final las pautas de la editorial no nos permitieron llegar a ese extremo. Pero sí cumplimos una meta previa: recoger muchos textos que él, como estudioso y yo, como autor, echábamos de menos en otras selecciones de mi poesía", explica Lara sobre la intención de esta nueva publicación con su obra.
PLUMA ANTOLOGADA
Anotemos que la de ahora, como la publicada hace cuatro años, no son las únicas antologías de quien debutó en las letras con el libro "Argumento del día" (1964).
"Por cuestiones casi azarosas tengo a mi haber casi tantas antologías como libros autónomos", explica el vate con alrededor de 20 años de residencia en la zona. Se debe -agrega- al reclamo de algunas editoriales que han optado por publicar selecciones amplias en el tiempo y en el orden escritural de Lara.
"Ésta (antología) se muestra y demuestra como un proyecto mayor, más completo. No sólo por la suma de poemas, sino por los tiempos y espacios que agrupa. Una selección que va desde mi adolescencia hasta trabajos relativamente recientes", expresa.
-Un día caminaba por Ciudad de México y el viento arrastró un papel que tenía grandes letras pintadas en verde. De lejos leí: corpore finale. Me pareció una frase interesante. Me acerqué para cerciorarme y lo que decía era algo distinto, banal, era un aviso económico, algo así. No sé por qué yo había leído corpore finale. La frase me quedó dando vueltas y no era ni latín, ni italiano ni rumano. De ahí salió "Cuerpo final".
-Más de alguien cree que es una especie de testamento. Pero no. Apenas es por el azar de una mala lectura. El libro es una suma y un balance. Aunque, en rigor, cada libro es una suma y un balance. Pero éste, por su volumen y el momento en que aparece, lo es aún más.