"El proyecto fija impuestos a algunas regiones"
El parlamentario opositor expresó su rechazo a la reforma tributaria. Alega que presiona a algunas zonas del país respecto de otras y que erosiona el "corazón" del incentivo a invertir, crecer y crear empleos.
El cambio que el gobierno pretende imprimirle a la estructura tributaria del país, a través de la reforma enviada al Congreso, es para el senador (UDI) Juan Antonio Coloma "una muy mala noticia".
Según el parlamentario gremialista, gran parte de los éxitos económicos de Chile se han construido al alero de una planificación tributaria que facilita la inversión y no el gasto por parte de las empresas, lo que a su juicio, el gobierno de Bachelet busca borrar aprovechando su actual mayoría parlamentaria.
El legislador cuestiona las nuevas facultades que el Ejecutivo pretende otorgar al Servicio de Impuestos Internos (SII), que encierran el peligro, según Coloma, de transformar a los ciudadanos en "sospechosos" y de hasta "interpretar" lo que el contribuyente quiso o no hacer en un determinado momento.
La eliminación propuesta por el gobierno del Fondo de Utilidades Tributables (FUT), de acuerdo al análisis del senador UDI, producirá un desincentivo a la inversión y podría afectar diversas áreas de la economía.
- Mientras más conoce uno los detalles de la propuesta, más me convenzo que le haría muy mal a Chile. Y esto por dos razones fundamentales. Lo primero es que hay un cambio absoluto en la estructura tributaria del país, que cambia la lógica del incentivo a la inversión hacia simplemente el gasto con mayores impuestos. Y esto es muy delicado, porque gran parte de los éxitos de Chile han sido por una estructura tributaria que facilita la inversión, porque la inversión es la madre del crecimiento y del empleo. Así ha sido diseñado el sistema tributario. Y el mejor ejemplo es lo que ocurre con las empresas, donde si usted gasta la plata tiene un impuesto importante, pero si la reinvierte se entiende que es parte del crecimiento, por tanto esos dineros se destinan sólo a eso. Ahora da lo mismo gastar a manos llenas o invertir para generar crecimiento. Y este cambio me parece muy grave. Y esto se nota en el aumento de la tasa del 20% al 35% para empresas, en el cambio de la base impositiva y en la eliminación del Fondo de Unidades Tributables (FUT).
-En general se transforma al chileno en un ser ultra sospechoso. Se establecen decenas de nuevas facultades para el Servicio de Impuestos Internos para hasta interpretar lo que piensa el contribuyente, cuestión que me parece enormemente negativa en un país que debiera apuntar a la libertad, al imperio de la institucionalidad y no a la arbitrariedad como pretende esta reforma respecto del SII.
-Entre el cambio de la base tributaria y la tasa del 20% al 35%, más el término del FUT, se produce un desincentivo y un cambio vinculado a varios temas. Primero, afecta a los siete millones de ahorrantes de las AFP, lo que obviamente repercute en el precio en donde se basan los ahorros de los afiliados, que son las acciones, y que serán sometidas a un aumento de impuestos y una baja en las utilidades. Adicionalmente, todos los proyectos de inversión futuros, que se calculaban con una tasa de 20%, hoy se deben recalcular con una base del 35%. Obviamente es un desincentivo para gran parte de esos recursos sujetos de inversión. Eso ya se empieza a notar, ya que el sólo anuncio de la reformas tributaria ha hecho caer el proceso de inversión en forma muy drástica, lo que se va a repetir hacia adelante. Las pocas pymes que pueden invertir usan el FUT, por lo que con su eliminación van a tener que recurrir a los bancos. Los grandes ganadores de la reforma van a ser los bancos y los grandes perdedores serán las empresas, que van a perder incentivo para invertir. El gobierno está anunciando incentivos que son absurdos, como la depreciación acelerada en un año, cuestión que beneficia a prácticamente nadie que hoy es parte de las pymes.
Según el senador Coloma, los cambios al régimen de renta presunta, que buscan proveer de liquidez y facilitar la tributación de pequeñas empresas, han generado preocupación en diversos sectores de la agricultura local. Esa sensación, agrega, se profundiza por los impuestos anunciados para sectores pisqueros y vitivinícolas, a través de la mayor gravación a las bebidas alcohólicas, lo que para Coloma significa presionar la tributación de algunas regiones del país en detrimento de otras.
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-Hay una grave preocupación, porque es un proyecto de ley que establece impuestos a algunas regiones de Chile, lo que me parece gravísimo. Me refiero a las zonas vitivinícolas y pisqueras del país. Se agrega una carga entre el 9% y 24%, lo que obviamente afecta profundamente el precio y la actividad. Para las regiones de Coquimbo al Maule es un golpe mortal y un violento atentado para empresas que son perfectamente legítimas, que se han desarrollado en los últimos tiempos y que ahora tiene una espada sobre su cabeza muy difícil de llevar. También afecta a los agricultores del país, particularmente a los pequeños, que usan el esquema de renta presunta. Cambiar la base de renta presunta supone llevar contabilidad, contratar contador y llevar todo tipo de libros. Eso es un costo y es muy gravoso para empresas pequeñas y afectará su desarrollo, porque se transformará en el reinado de la burocracia y un perjuicio para pequeños agricultores, ya que la renta presunta había ayudado a simplificar sus trámites.
- Lo que molesta es que el gobierno cree que todos los chilenos somos sospechosos. Pasamos a ser un país en el que se amparaba el respeto y la libertad a uno en que somos todos sospechosos de cometer todo tipo de fraudes. Tanto es así, que se otorgan facultades, que ni siquiera sé si a los directores de Impuestos Internos les va a gustar, de poder interpretar intenciones. Ya no se revisan sólo los documentos, sino que habrá facultades para interpretar lo que se quiso hacer y sancionar a personas si es que, según el SII, no le gustan los razonamientos de esas personas. Me parece que son facultades totalmente equivocadas, que alteran completamente el esquema no sólo económico, sino que social del país. Yo no tengo ningún ánimo de que los chilenos nos sintamos atribulados por estas facultades francamente abusivas.
-Esta es otra medida bastante extraña, por decir lo menos. En el fondo teóricamente se trataría de un impuesto correctivo, que sanciona el uso de azúcar. Pero el azúcar se usa en cientos de otros productos, por lo que veo una especie de obsesión por afectar a las bebidas analcohólicas. No tengo ninguna claridad de su fundamento no entiendo su naturaleza. Probablemente es inconstitucional, pero más allá de su posible inconstitucionalidad, creo que es discriminatorio respecto de una actividad que es legítima. Si decimos que es mala prohibámosla, pero no ahoguemos con impuestos a todos los emprendimientos, que parece que es el deporte favorito de muchos.
-Hay una obsesión con los tiempos, lo que revela que no hay ningún ánimo de escuchar. Da la impresión que tiene una cartilla y que lo único que importa es llenar los espacios. Nosotros hemos tenido la mejor voluntad de discutir y analizar cada uno de estos temas, pero lo que uno ve, y lo que se ha recibido, son portazos. Podrán sacar rápidamente la ley porque tienen los votos. Pero creo que será una muy mala ley para Chile.
-No sé lo que va a hacer la Concertación. A ratos dice que van a aprobar a fardo cerrado y a ratos señalan que a medida que llegan los proyectos más preocupación les da. Ese es un problema interno de ellos y a mí me importa lo que pasa con el país. Y con este proyecto, claramente el país, lentamente, va a ir en el camino equivocado, porque va a desincentivar la inversión, va caer el empleo y se va a castigar a algunas regiones, transformando a Chile en un país de sospechosos. Creo que es un conjunto de elementos que van en perjuicio general. Otra cosa es que ni siquiera se sabe bien a dónde van a ir los dineros. Nadie ha podido demostrar para qué son esos recursos, lo que le parece francamente irregular. Lo que haga o no haga la Concertación será un problema de ellos. No nos han consultado, pero ellos también se dan cuenta de lo absurdo de muchas de estas reformas.