El "humo" considerado como una bella arte
Hasta el 25 de mayo podrá apreciarse el interesante y emotivo trabajo de esta joven artista viñamarina en la Casa del Arte.
Hay algo muy cierto en las palabras de Tatiana Lastarria (34). "Mis pinturas actuales son representaciones de humo. El humo y el arte tienen el poder benéfico de expiar y eliminar los demonios interiores y exteriores".
Sus palabras aluden a varias cosas, incluso, a la tragedia que le ha tocado sentir como viñamarina. Ese humo que hoy transita por Valparaíso, producto del inédito incendio que trajo el sábado el infierno al plano terrestre de la Quinta Región; puede verse como la oportunidad de abrir una ventana hacia algo mejor. Convertirse en la batalla de los porteños afectados, y que la artista proyecta en obras de gran o pequeño formato (desde 6 m. de largo a 20 cms).
"Canción de amor", como es el bello nombre de la exposición montada en la Casa del Arte (abierta hasta el 25 de mayo); se aprecia como un llamado desde la nostalgia e ilusión a sentir la realidad. También a descubrir sensaciones y sentidos desde, por ejemplo, aquel cine laberíntico de un Alain Resnais ("El año pasado en Marienbad") o el Welles de "El proceso", humosa película realizada en 1962 para la obra de Kafka.
"El humo es abstracto y ambivalente (...), también estas pinturas son ilusoriamente realistas sin dejar de ser abstracciones en la especificidad de su ejecución", dice.
OTRA "REALIDAD"
Lo abstracto, la ilusión, la realidad. Finalmente, variantes temáticas y narrativas para que Tatiana Lastarria asuma la cuestión "humo" como una invitación abierta al público. Como decía Umberto Eco, en los 60, esta exposición es una "obra abierta".
La descripción deviene acá en un vacío colmado de sensaciones que emergen en el espectador testigo del trabajo. "Es una invitación a reflexionar sobre el paso del tiempo, la desintegración de las cosas y la convivencia humana", se lee en el catálogo.
Pareciera que ahí está la clave, como también de un porcentaje del arte contemporáneo: ver lo humano, su sentido y presencia en el contexto social/urbano de coexistencia, que desintegra su alma.
"Siempre tengo una idea primero, como una imagen que puedo visualizar. Luego me voy nutriendo de diversas imágenes que voy viendo. Pero nada está tomado directamente de una fotografía, sino que más bien son cosas que se van armando producto del proceso de pintura", apunta esta mujer de expresivo blanco y negro en la tela, y que reconoces influencias de Rainer María Rilke -el poema "Canción de amor"- como la cita obra de Orson Welles.
"Soy fanática del cine en blanco y negro, como de algunos documentales. Trato de ir leyendo y nutriéndome de muchas influencias", acotó, quien inició su carrera en 1998.