Expertos analizan la segunda llegada al gobierno de Bachelet
Las fallidas designaciones y desvinculaciones serían los principales errores, mientras que el diálogo constante y la creación de la Comisión para la Descentralización fueron los aciertos.
El 11 de marzo de 2014, luego de cuatro años de gobierno de derecha con oposición de izquierda -algo que no pasaba hace más de 20 años en el país- la casa de gobierno vivió una nueva mudanza. Comenzó a organizarse para las elecciones, el 17 de noviembre pasado, y trajo de vuelta a Michelle Bachelet como dueña de casa, aunque la estadía es diferente.
Y, no sólo por los cuatro años con Sebastián Piñera al mando, sino por los nuevos elementos a los que Michelle Bachelet y su equipo de confianza debieron acomodarse.
Bien lo dice la analista política de la UDD, Lesley Briceño: "Hace diez años atrás, cuando asumió Bachelet, las redes sociales no tenían la fuerza que tienen hoy. Las denuncias ciudadanas hoy día son muy potentes y el gobierno ha tenido que (y lo vivió también Piñera) enfrentarse al poder de la ciudadanía y reaccionar en base a eso sin pensar en las consecuencias que eso puede traer".
Otro flanco de críticas fue la instalación de las nuevas autoridades. "Sorprende que sabiendo, incluso tres meses antes de las elecciones, que se ganaría, y que casi no fue necesaria la segunda vuelta, no hubieran trabajado para instalarse de manera más rápida y efectiva", apuntó el analista político Gustavo Pinto.
Justamente, la designación de autoridades, tanto nacionales como locales, fue uno de los puntos negativos de la llegada del nuevo gobierno. "Dichos problemas, teniendo causas diferentes, algunos por motivos políticos, otros derechamente judiciales, éticos por lo tanto, han sido una dificultad de relevancia. Cuesta comprender que en la designación de no más de 50 puestos de trabajo se haya fallado tanto", dijo el sociólogo Pablo Martínez al respecto.
El episodio también pesó a nivel local con la salida del primer gobernador designado en Ñuble, Cristian Fernández, carta del MAS. Y es más, aún hay autoridades, como los directores de servicio, que no se han nominado, cosa que destacó Pinto y también la cientista política de la Universidad de Concepción, Jeanne Simon, quien indicó que con tales dudas se pierde un mes de trabajo. Para Pinto, en tanto, "se enfrentaron a una situación donde crecer como Nueva Mayoría les ha sido difícil".
Briceño agregó que eso era algo que el gobierno debió haber anticipado. No obstante, agregó que "el Estado debe responder a las necesidades propias. El gobierno está gobernando para todos".
Otra de las críticas al gobierno ha sido el proceso de desvinculaciones de funcionarios públicos, sobre todo cuando estos se mantenían por varios gobiernos.
Como explicó Briceño, se trata de un elemento normal en cada nueva instalación, pero "el gobierno no ha sabido manejar, en términos comunicacionales, cómo contarle a la ciudadanía que necesita hacer estas desvinculaciones".
Para Simon, el problema va más allá: "Debemos avanzar como país en generar un servicio civil, con una idea de servicio público que sirve al gobierno de turno, y por lo mismo puede servir tanto a uno como a otro, preocupándose por la civilidad y por los programas estatales. Eso me tiene preocupada, porque se criticó al gobierno de Piñera por desvincular y ahora vemos algo parecido".
Martínez suma otra crítica, la que apunta al excesivo protagonismo de la administración central del gobierno, por ejemplo, en la última emergencia del norte del país, en lo que califica una sobreactuación. Y, aparece otro aspecto negativo: no reconocer los avances del gobierno anterior.
A pesar de las fallidas nominaciones, uno de los elementos destacados por los analistas es la elección de personajes clave, sobre todo en la primera línea política. "Ahí se priorizó un buen desempeño, un trabajo mucho más efectivo que darle más o menos peso a un partido", dijo Pinto en referencia al equipo más cercano a Michelle Bachelet.
Asimismo, a nivel local, el analista destacó la llegada de rostros políticos de peso, como Iván Quintana (PC), Eric Aedo (DC) o Victoria Fariña (PC) a diferentes seremías. Junto a esto, y en opinión común de los expertos consultados, la nominación del intendente es uno de los mayores logros.
"La llegada de Rodrigo Díaz parece ser una excelente carta, viene del mundo privado y público, sabe como funciona el Estado, ha mantenido buenas relaciones, y además es muy cercano a los ministros y eso es muy importante", explicó Briceño al respecto.
Además de esto, uno de los aciertos más importantes del nuevo gobierno de Bachelet ha sido su capacidad de diálogo. "Han tomado con bastante seriedad el tema de las 56 medidas, buscando avanzar en las promesas. La reforma tributaria, la reforma educacional, se ha iniciado el diálogo con distintos actores que fueron marginados de la discusión anterior, es una buena manera de iniciar el gobierno avanzando sin excusas", destacó Simon.
Martínez acotó que el diálogo constante es un elemento "que parece caracterizar políticamente al actual intendente regional".
A esto se suma el importante trabajo comunicacional y de vocería, que ha permitido, tal como destacó Martínez, posicionar los temas de interés para el gobierno, como la reforma tributaria o educacional. Una estrategia a nivel comunicativo que, como dijo Briceño, ha sido ya ensayada por los distintos gobierno de la ex Concertación.
Con 32 miembros -tres de ellos representantes de los intereses regionales- y la firma de un decreto presidencial, se creó el 7 de abril pasado la Comisión Asesora para la Descentralización.
Este elemento fue uno de los destacados por los expertos consultados como parte de los aciertos estatales de este gobierno durante su primer mes de instalación.
Aquí, uno de los elementos más destacados es la selección de sus miembros y sobre todo de su presidente y vicepresidente, ambos representantes de la descentralización y de espectros políticos distintos.