El derecho a la educación infantil
La educación parvularia en Latinoamérica cumple 150 años. Pese a los avances de ese periodo, cuesta mucho aún que la sociedad comprenda que la etapa formativa más importante son los primeros seis años de vida.
En la actualidad los aportes de las neurociencias han permitido "ver" al mundo cuál es la diferencia del desarrollo cerebral de un niño o niña que se crió en un ambiente enriquecido, con uno carente de afectos y oportunidades, lo que ha cambiado -en parte- esta percepción sobre lo "infantil" y poco relevante que es la educación de los primeros años.
No obstante lo señalado, las guaguas siguen siendo un "objeto" de estimulación y no un "sujeto" de la educación, lo que significa que pese a los años transcurridos, siguen siendo, de alguna forma, lo que eran en la Colonia: "expósitos".
Seres "puestos afuera", no de los tornos de los conventos o en las puertas de las iglesias como en aquella época, pero sí seres puestos afuera del ámbito de lo educacional, como da cuenta la reciente investigación del Instituto Internacional de Educación Infantil.
Si bien hace más de 60 años egresaron las primeras educadoras de párvulos de la Universidad de Chile, comenzando a incorporar el enfoque educativo, y los bebés son oficialmente concebidos como sujetos de la educación en el currículo nacional de Educación Parvularia del Mineduc, en la práctica las familias, instituciones y programas de atención, siguen muchas veces tratándolos como objetos y aplicando estructurados "manuales de estimulación", que no dejan lugar a su "ser humano", evidenciando que el Derecho a la Educación no se instala del todo.
Hoy está en marcha un programa de gobierno que pretende aumentar las salas cunas significativamente.
Esperamos que los esfuerzos se centren en reinstalar en la discusión el tema de la calidad y se convoque para ello a expertas/os del área de la Educación Parvularia, situándonos nuevamente como el referente técnico que siempre fuimos.