El sistema ya no contará con las actualizaciones de seguridad. Microsoft recomienda hacer una migración de datos en el corto plazo.
El 25 de octubre de 2001, Bill Gates presentó en sociedad el sistema operativo, Windows XP, bajo la promesa de una mejor estabilidad, seguridad y rendimiento, de acuerdo a las nuevas exigencias del milenio, en un mundo cada vez más hiperconectado y que transmitía información a una creciente velocidad.
A XP le sucedieron Vista, Windows 7 y Windows 8. Pero el antiguo sistema operativo siguió en pie durante 13 años y muchos aparatos que superan los cinco años de antigüedad todavía lo tienen instalado.
Ahora Microsoft pone fin al soporte para el sistema, que ya no contará con actualizaciones de seguridad, lo que puede suponer un riesgo para quienes todavía lo conservan en sus computadores.
Muchos observadores de la industria reconocen que ha llegado el momento para que Microsoft termine el apoyo al sistema, pero el movimiento puede plantear desafíos de seguridad para los usuarios que lo han seguido usando.
Además de los ordenadores personales, XP se utiliza para ejecutar algunos servicios, desde instalaciones de tratamiento de agua y plantas de energía para las pequeñas empresas hasta los cajeros automáticos.
Marcin Kleczynski, CEO de Malwarebytes, dice que sin parches para corregir errores en el software XP, los PCs podrían ser propensos a la congelación y a "caerse", mientras que la ausencia de protecciones de seguridad asociados a las actualizaciones puede hacer a los ordenadores susceptibles ante la acción de piratas informáticos.
Francisca Arenas, gerenta de división de Windows de Microsoft Chile, aclaró algunos puntos sobre el fin del soporte para el sistema Windows XP.
"La principal implicancia no es que mañana el computador no prenda más. Es probable que el computador siga prendiendo y funcione tal como lo ha hecho hasta ahora. El problema es que si se detecta una vulnerabilidad en el sistema operativo, la compañía no va a desarrollar ningún parche para resolver ese problema", subraya.
Por esta razón, "el llamado que estamos haciendo es que si los usuarios que aún tienen máquinas con Windows XP están pensando en renovar su equipo de aquí a seis meses, ojalá tomar esa decisión a corto plazo", enfatizó Francisca Arenas.
Tras el anuncio de la compañía y la llegada de Windows 8, son pocos quienes se mantienen en XP.
El sistema más reciente ofrece una mayor estabilidad, rapidez y ahorro de energía, según la ejecutiva. "XP es un muy buen sistema operativo, tuvimos muchos usuarios, pero han disminuido precisamente porque los nuevos sistemas son buenos", agrega.
Sin embargo, en la firma reconocen que el cambio del Windows 7 a la más reciente versión pudo ser abrupto para algunos usuarios. Por ello se lanzó el Windows 8.1, que incorpora varios elementos "que hacen más fácil la transición desde otra máquina con un sistema operativo anterior para alguien que no utiliza aparatos touch", subraya Arenas.
Por eso, la compañía recomienda realizar la migración de datos a través de PC Mover, un programa gratuito que, tal como dice su nombre, mueve archivos y ajustes de un equipo antiguo a uno nuevo y funciona con casi todas las versiones anteriores de Windows.
La conexión se hace vía USB u otro medio compatible entre ambos computadores implicados en la operación de movimiento de datos.