Lira, el impertinente
Me reencontré con Eugenio Lira Massi. Atrevido, audaz, triturador de normas dogmáticas. Ajeno a las convenciones, sin amarras en su estilo y sus afanes, libre de compromisos.
Izquierdista sin dudas, no se comprometía con militantes de partidos de esa ideología. Desafiaba a todos. Nadie se libraba de su palabra sarcástica, de sus retratos irónicos, de su pluma desgarradora.
No entraba en casilleros ni se inhibía frente al poder. Solidarizaba con los que sufrían y defendía a los perseguidos.
Su prosa era valiente, graciosa, alegre.Nada lo coartaba en sus críticas.
Transitó de escribiente de Carabineros a periodista del diario "Clarín", el más popular de Chile en las décadas del 60 y parte del 70. Cuando sintió que este periódico, propiedad de Darío Saint Marie, no se la jugaba exclusivamente por Salvador Allende, emigró a "Puro Chile", que dirigía su gran amigo José Gómez López.
Reasomó en mi vecindad hace pocos días. Estaba detrás de una ventana ojival, inclinado sobre una multitud de recortes de diarios y biografías quebrantadas por su filosa característica.
Yo traté de hablarle, acaso con excesiva timidez. Quería unir mi prolijidad académica con su manera de escribir sin esposas ni complicidades.
Me acerqué a él y conversamos del mismo amor: el periodismo. Él lucía el mismo abrigo azul impecable que vestía cuando aparecía algunas noches en "Las Últimas Noticias", donde yo hacía mi práctica profesional.
Pero esta vez se trató solo de un sueño, tal vez generado por recuerdos y admiración. Al despertar, leí un mensaje electrónico que me envió Patricio Cornejo, gentil corresponsal.
Fue una coincidencia insólita: "Quiero homenajear vivamente a Eugenio Lira Massi. Sus obras "La Cueva del Senado y los 45 senadores" y "La Cámara y los 147 a dieta", en que describe con excepcional humor e inteligencia a senadores y diputados de esa época, es un trabajo maestro en su género e irrepetible".
Agrega con entusiasmo: "Hace algunos años el senador Nelson Ávila escribió una reseña sobre cada uno de sus colegas, pero sin humor ni talento. Creo que en la época de Lira Massi la personalidad de un hombre destacado se forjaba en ambientes saturados de ideales y bajezas humanas. Esas personalidades destacadas eran auténticas y singulares. Ahora, una condición principal para sobresalir es entregar buena impresión en la televisión".
Otra coincidencia: "Artes y Letras" lo rescató entre los autores olvidados, en un retrato elogioso. Cuando cayó violentamente el régimen de Salvador Allende, Lira Massi estuvo entre los 95 más buscados por la junta golpista.
Se asiló en la embajada de Francia, donde permaneció por meses de incertidumbre. Viajó a París y allí murió en junio de 1975, abandonado y solitario en un lúgubre departamento.
El autor de la "Columna impertinente" en "Clarín" y "Puro Chile" y de la "Entrevista impertinente" en canal 13 falleció de pena y nostalgia. No obstante, hay versiones que creen con énfasis que la Dina lo buscó en Europa y lo mató. Quedan sus libros y sus atrevidos artículos.