Cerca de 600 deportistas paralímpicos, provenientes de nueve países, animan por estos días los Parasudamericanos Santiago 2014. De ese total, 18 son nacionales y entre ellos figura la talentosa carta de la Región, Macarena Quero Gutiérrez, nadadora que cuenta con un récord en Brasil y triunfos internacionales. Hoy tendrá su debut en la piscina olímpica del Estadio Nacional y su entrenadora desde 2011, Yazmina Pleticosic, se refiere a su actual momento.
"Ha ido mejorando en forma progresiva. Si bien Macarena entrena permanentemente, hace dos años nos preparamos para estos Juegos", cuenta la docente de Educación Física y académica de la Universidad San Sebastián de Concepción.
Macarena pudo entrenar en el mismo escenario de la competencia oficial gracias a la gentileza de un profesor y desde el pasado domingo 23 se concentró con el resto de los deportistas. "En los eventos paralímpicos todos los deportistas son clasificados. Se les evalúa con un examen físico y técnico, en un plazo de tres a cuatro días, y se les designa la categoría a competir. Macarena está en S-10, la más próxima a la no discapacidad (tiene Síndrome de Poland)", explica.
La historia suena apasionante y esperanzadora, sin embargo, detrás de ella hay esfuerzo y casi nada de apoyo. "Macarena tiene que incurrir en gastos personales para entrenar. Trabaja en varias partes, como profesora de distintas disciplinas, lo que es muy desgastante", analiza la DT.
"No tiene suficientes horas como para descansar, como debiera hacerlo un deportista de elite. Eso nos juega en contra, llega cansada a las competencias, a veces viaja largas distancias recién el día anterior, sin siquiera dormir bien. Eso se convierte en uno o dos segundos más, lo que nos ocurrió en las clasificatorias para los Paralímpicos de Londres. Viajamos un día antes y no clasificó por un solo segundo", lamenta la profesional.
Pese a ello, la carrera conjunta ha sido exitosa. "El 2011 viajamos a los Parapanamericanos de Guadalajara y logramos excelentes lugares. Su mejor marca la hizo en Brasil (país al que han viajado en diferentes fechas y circuitos), donde tiene un récord en 200 combinados", cuenta Yazmina.
"La modalidad en Chile es que la Federación Paralímpica (hoy 'Comisión Paralímpica' luego de ser expulsada del Comité Olímpico de Chile) elige un campeonato internacional en el que Macarena debe clasificar. Pero siempre avisan a última hora y ella no adquiere experiencia previa a esa competición en cuanto al lugar, clima y condiciones. En términos prácticos, no están los recursos para que haga las marcas. En resumen, el apoyo económico que tenemos de la Comisión Paralímpica hoy es una competencia anual internacional. Macarena se pierde muchas opciones de triunfar y de dejar el nombre de Chile en lo alto", afirma.
En los actuales Parapanamericanos el objetivo es "aspirar al oro en los 200 combinados y plata en los 100 libres, en los que Macarena tiene buenos tiempos. Lo más probable es que en otras pruebas también sea primera".
MIRANDO ADELANTE
Pese a la adversidad, las jóvenes están esperanzadas. "Este verano no tuvimos el entrenamiento que hubiésemos deseado: dos semanas de enero en la piscina de la Universidad Andrés Bello, que tiene la limitante de que Macarena compite en 50 metros y la piscina es de 25. En todo caso hicimos un entrenamiento más específico, con velocidad asistida y trabajos de partida, entre otros", añade la DT, que también actúa de preparadora teórica, física y kinesióloga.
¿Desafíos futuros? "Nos proyectamos a los Panamericanos de Toronto 2015. Para eso tiene que ir a un evento internacional en el que pueda clasificar con comodidad. Lo mejor de la situación de Macarena es que a ella, a diferencia de los deportistas no paralímpicos, aún le queda carrera: su proyección deportiva es mayor. Por eso debiese contar con más respaldo, ya que aún le quedan muchas instancias en las que representar al país", concluye.
Sigue su curso el evento y ayer Chile logró la primera medalla de oro. Fue en la halterofilia gracias a Juan Carlos Garrido, que dominó la categoría -59 kilos levantando 177 y récord parapanamericano. Incluso intentó batir su propia marca planetaria con 181 kilos, pero no pudo lograrlo.
Garrido sufre de artrogriposis, enfermedad congénita que lo tiene en silla de ruedas.