Catastro apunta a que se construirían 57 estructuras. En la capital regional ya hay 4 zonas consideradas saturadas. Afectados organizan una manifestación para el 4 de abril.
Son 15 las juntas de vecinos de Concepción y una de San Pedro de la Paz, las que se han unido para hacer fuerza común contra la instalación de 57 antenas de celulares en sus vecindarios (incluye 4 en Talcahuano). Esto, porque consideran que dañarán la salud de las personas, sobre todo en adultos mayores y menores de edad. Además, manifiestan que éstas afectarán la plusvalía de sus viviendas.
Actualmente, en la comuna existen cuatro sectores catalogados como zonas saturadas por torres para antenas celulares (es donde existen dos o más estructuras). Éstas están ubicadas en el Cerro La Pólvora (6), Palomares (4), Sector de Galindo (3) y Barrio Norte (2).
El arquitecto de la Dirección de Obras de Concepción, Mauricio Gatica, comentó que es difícil tener un catastro de la cantidad de antenas (no torres) en Concepción, porque las instaladas en los edificios, superiores a 5 pisos sólo son notificadas a la casa edilicia, por lo que no hay un registro.
"Las empresas avisaron que iban a hacer una co-localización (utilizan una misma torre o estructura soporte para ubicar sus antenas) lo que permitiría reducir las estructuras en palomares, tal como ocurrió en Barrio Norte que se redujo de 3 a 2", contó.
El profesional además comentó que a la Dirección de Obras sólo se ha ingresado un proyecto de torres para la instalación de antenas, la que se ubicaría en Lomas San Andrés. "Los demás aún no se han presentado. Con la solicitud de otro tipo de instalación, como las que se hacen en los edificios, no existe un permiso, pero debe haber como 20 solicitudes", sostuvo.
La llegada de las cartas a los vecinos de los distintos sectores -como lo establece la ley-, informando que se instalará cerca de sus casas una estructura que albergará un número indeterminado de antenas celulares, puso la alarma. Esta situación llevó a que diversas juntas de vecinos se unieran para comenzar a presionar a las autoridades para que modifiquen la ley de antenas celulares (20.599) aprobada en 2012, ya que para ellos es una iniciativa que favorece a los empresarios y no a la comunidad.
Zoila Oliva, presidenta de la Junta de vecinos Agüita de la Perdiz, comentó que el 4 de abril realizarán una marcha para mostrar su descontento a las autoridades. "Le entregaremos una carta al nuevo intendente para exigir una nueva legislación sobre este problema de las antenas", contó.
La dirigenta también declaró que la instalación de antenas en el sector les baja la plusvalía a las viviendas que se encontrarán contiguas a la estructuras.
Esta misma situación es la que manifestó Manuel Jesús Poblete, quien está haciendo la vocería del sector Baquedano donde también se instalaría una torre para antena. "Acá vamos a tener un problema social y de salud, porque la radiactividad influye en la salud de las personas. Creo que la solicitud (de cambiar la ley) se debe ampliar a los parlamentarios", contó.
La petición que realiza Poblete se basa en el apoyo que le brindaron el Senador Alejandro Navarro y la senadora Jacqueline Van Rysselberghe a los pescadores. "Ellos se deben unir a esta causa, de que no existan más antenas dentro de las ciudades, ya que definitivamente producen un daño a la salud y económico. Además, si lo miramos desde una perspectiva arquitectónica, no hace que sea una ciudad amigable, sino que agreste y llena de fierro", declaró.
El Colegio Mozart Schule Concepción será uno de los más afectados con la instalación de la antena en el sector del Barrio Universitario, ya que se ubicará a sólo 18 metros de la sala de clases donde estarán los alumnos de octavo básico.
"Esta situación ha producido bastante tensión en los niños (...). Nosotros estamos esperanzados en que a partir de la presión que pueda ejercer la comunidad escolar es posible que esto no se concrete", contó la fundadora del recinto educacional, Katharina Tietze.
La fundadora del colegio sostuvo que esta situación es inaceptable, ya que a pesar que aún no existe prueba científica que diga que estos elementos dañan la salud, es mejor prevenir una situación que después se puede lamentar.