Educación municipal
Se ha informado en los últimos días acerca del fuerte descenso de la matrícula en escuelas y liceos municipales de Concepción, un problema que se hace evidente desde hace algunos años, porque los apoderados cambian a sus hijos a los establecimientos subvencionados o particulares, en busca de una mejor educación.
El total de la educación municipal penquista, en sus diversos niveles, en 2002 era de 30.716 alumnos, pero el año pasado terminó con 10.500, alrededor de un tercio de la matrícula que había hace doce años. Se estima que sólo entre 2009 y 2013 se perdieron 6.800 alumnos.
De ahí que los responsables de la educación municipalizada desarrollen diversas acciones promocionales destinadas a captar estudiantes, debido a que la baja en la matrícula hace caer también la subvención y los establecimientos enfrentan problemas para cubrir los gastos, y sobre todo los sueldos del profesorado.
Las familias deciden emigrar con sus hijos desde la enseñanza pública a la privada por un tema de calidad de la educación, pero también los paros han tenido incidencia. Es indudable que los efectos de las movilizaciones estudiantiles, los paros y tomas de locales que se han registrado durante los últimos años no han hecho más que deteriorar aún más la educación municipalizada.
El año 2002 la matrícula de los establecimientos municipales del país representaba el 52% del total de los estudiantes, pero los alcaldes temen que el sistema esté educando en la actualidad a menos de un tercio de los alumnos de Chile, lo que en términos económicos es inviable, considerando que la matrícula y la posterior asistencia de esos estudiantes es la variable fundamental para la subvención escolar que reciben de parte del Estado.
Por ello, tal como se pensaba, las paralización de los últimos años lejos de fortalecer la educación pública terminaron por dejarla en un estado terminal, lo que se traduce en la necesidad de cerrar algunas escuelas, fusionar otras y reducir aún más la planta docente, tema que ha preocupado especialmente a la Asociación Chilena de Municipalidades y al Ministerio de Educación. Una de las dudas que deberán resolver se refiere a quién se hará cargo de las deudas que tiene el sistema. Asimismo, se espera cuál será la decisión de las nuevas autoridades respecto de la educación municipalizada.