EE.UU. sube el tono y amenaza a Moscú con su expulsión del G-8. Francia y Reino Unido se unen a Washington y boicotean la reunión del grupo en Sochi.
Ucrania se disponía ayer a movilizar a los reservistas de su ejército ante la situación de caos que se vive en el este del país después de que Rusia aprobase dar luz verde a un despliegue de tropas en la península de Crimea.
Así lo anunció el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Andrei Paruby. El plan es "llamar a todos los que puedan ser necesitados por las fuerzas armadas para garantizar la seguridad y la integridad territorial de Ucrania".
Asimismo, Ucrania cerró su espacio aéreo a los aviones no comerciales, anunció el presidente interino del país, Alexánder Turchínov, informó Efe.
Justo el sábado, el ejecutivo de Kiev puso sus fuerzas armadas en estado de máxima alerta y de denunciar una 'invasión armada'.
En Simferopol, la capital de Crimea, grupos de individuos armados vestidos de uniforme y sin enseñas custodian el Parlamento, al que se vio acceder sin problemas a varios diputados.
Aunque no hay datos exactos de cuántos efectivos leales a Kiev hay en Ucrania, ayer el Gobierno de Crimea declaró que en no quedaban en su territorio unidades del Ejército ucraniano capaces de actuar. Arsenales e instalaciones militares podrían así pasar bajo control de las fuerzas de autodefensa -personas de origen ruso, armadas y con uniformes sin distintivos- que imponen su ley en la región.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se comunicó ayer por teléfono con Angela Merkel y defendió una posible acción militar de su país en Ucrania, mientras que la canciller alemana lo acusó de haber violado el derecho internacional con su "inaceptable intervención en Crimea".
Putin aceptó la propuesta de Merkel de crear de inmediato una misión para analizar la situación, así como un grupo mediador, posiblemente bajo la dirección de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (Osce), para comenzar un diálogo político, indicó el viceportavoz del gobierno alemán, Georg Streiter.
Según el Kremlin, el mandatario le dijo a Merkel que los acontecimientos ocurridos en la península de Crimea y en toda Ucrania representan un peligro para la vida de ciudadanos rusos y de la población de habla rusa.
Ante la preocupación de la canciller alemana, Putin aseguró que las medidas adoptadas por Rusia hasta el momento han sido moderadas. Según el mandatario ruso, el objetivo es estabilizar la situación de manera pacífica.
Merkel, según su vocero, le recordó a Putin el memorándum de Budapest de 1994 en el que Rusia se comprometió a respetar la independencia y soberanía de Ucrania, así como sus fronteras.