Ya comenzó la cuenta regresiva para la llegada de marzo, dejando atrás los dos meses en que se puede disfrutar del verano en gloria y majestad, y dándole la bienvenida a las rutinas: por un lado comienzan las clases en los colegios y universidades, así como también muchos deben volver al trabajo después de las vacaciones.
Y es que los días de febrero son un período en el que gran parte de los trabajadores se toman ese merecido descanso tras un año de arduas labores.
Para muchos, volver a esa realidad puede ser agobiante, por lo que es normal que las personas "se tomen" unos días de adaptación.
En ese sentido, la psicóloga de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Daniela Sáez, explica que es esperable que los individuos se adapten durante las dos primeras semanas, aunque la gran mayoría lo logra durante los primeros días de regresar a su rutina de trabajo.
ESTRÉS
Según un estudio realizado por la empresa de recursos humanos, Adecco, el 73% de los chilenos se siente más estresado antes de salir de vacaciones. Pero, el 27% restante siente más estrés cuando debe regresar de éstas.
La psicóloga explica que, en algunos casos, al retorno del descanso se podrían evidenciar síntomas parecidos a la depresión clínica, tales como irritabilidad, insomnio, apatía y desánimo, por ejemplo.
La profesional comenta que esta sintomatología se produce por volver al trabajo después de un prologando período de vacaciones. "Durante muchos días el organismo estuvo expuesto a cambios de horarios y, en muchos casos, hubo un aumento de la cantidad de horas de sueño", aclara.
Tomando en cuenta lo anterior, Sáez afirma que "el cambio de períodos largos de tranquilidad a la presión de las responsabilidades laborales, puede producir que la persona se sienta un poco abrumada".
REGRESO PROGRESIVO
A pesar de lo angustiante que parezca despedirse del descanso, de ese día a día sin horarios establecidos y libertad, para darle paso a las responsabilidades que trae consigo el año laboral, para la psicóloga un aspecto que puede ayudar en gran medida a disminuir el estrés es valorar lo positivo que significa tener un trabajo remunerado, en un espacio donde se genera la posibilidad de desarrollarse y realizarse como persona.
Para la experta, lo ideal es incorporarse de manera progresiva al trabajo. Esto, dice, con el fin de poder ir asimilando el cambio que se produce luego de las vacaciones. "Hay que empezar por las tareas más sencillas, agregando de a poco las que son más complejas", recomienda.
Además, considera fundamental proponerse objetivos que sean motivantes y que se transformen en un desafío para cambiar lo rutinario del trabajo.
También, aconseja darle importancia a los tiempos de descanso y relajo, por lo que la organización es un pilar primordial, no sólo al retornar al trabajo, sino que siempre. Sostiene que "se debe planificar lo que se hará durante el día o la semana, dejando pequeños espacios para descansar". A ello también agrega que realizar actividades relajantes después del trabajo, es una buena opción para reponer energías.
Por último, hay que tener en cuenta que las relaciones humanas juegan un rol importante en todo ámbito de la vida.
El entorno laboral no es ajeno a esta realidad, por lo que Daniela Sáez insta a quienes vuelven a su trabajo a que piensen en que se reencontrarán con sus compañeros. "Dejar un espacio para conversar con los colegas, para que relaten las experiencias vividas durante las vacaciones, también contribuye a que se genere un buen clima laboral", finaliza.
José Ignacio Oñate, CEO de la empresa Coaching Pro+Spirit, entrega algunos consejos que pueden ser útiles para que el regreso al trabajo sea en plenitud.
Si es que viajó para vacacionar, es importante que regrese al hogar algunos días antes del retorno al trabajo, para que esto se haga sin estrés. De esta manera se conserva la energía adquirida durante las vacaciones y la adaptación será más llevadera.
Reunirse con la persona que realizó el reemplazo en su ausencia es primordial durante el primer día de trabajo. Esto ayudará a informarse de todo lo ocurrido, teniendo conocimiento del panorama actual en su área .
También es importante reunirse con su equipo, para saber qué es lo que sucede en el entorno laboral.
Enfocarse en lo principal y lo urgente es primordial, porque desde allí se podrán establecer los objetivos. Elaborar una lista de actividades prioritarias será muy efectivo.
Si durante el descanso se desconectó de las redes sociales, correo electrónico y otros elementos que forman parte de la rutina; llegó el momento de revisarlo y ordenarlo.
Hay que darse el tiempo para los hobbies o para practicar algún deporte. Lo anterior, mantendrá la mente y el cuerpo en equilibrio, consiguiendo el relajo necesario para canalizar nuevamente las responsabilidades.
No hay que pensar en el trabajo como algo negativo, sino que hay que considerar que siempre se tendrán responsabilidades que serán compensadas.
Retomar las labores es una oportunidad para generar nuevos desafíos y metas, y de contemplar nuevas visiones de vida que permitan alcanzar los objetivos propuestos.
Ordenar los horarios de sueño y dormir bien es fundamental. Esto permitirá conservar la energía adquirida durante las vacaciones.
Un hábito sano es dormir 8 horas.
Esto sería más fácil cuando una vez que ya se está descansado, lejos de las sensaciones de ansiedad y angustia.