Centro Semicerrado de Sename vuelve a albergar a jóvenes infractores de ley
Recinto estatal no recibió menores en 4 años, debido a los daños sufridos por el terremoto de 2010.
El refrán afirma que no hay plazo que no se cumpla y deuda que no se pague. Luego de casi 4 años sin operar, el centro Semicerrado de Concepción, el cual es administrado por el Servicio Nacional de Menores (Sename), volvió a recibir niños y jóvenes infractores de ley.
El recinto, situado en avenida Argentina 1147 de Concepción, sufrió graves daños a causa del terremoto de 2010, lo que impidió seguir albergando a muchachos.
En ese momento, la situación favoreció a los penquistas que residen en las proximidades del establecimiento, puesto que en el pasado fueron afectados por varios hechos delictuales cometidos por los menores resguardados. No obstante, las autoridades de Sename y del Ministerio de Justicia fueron claros en que el recinto debía volver a acoger a condenados, lo que, finalmente, ocurrió el 3 de febrero 2014.
El seremi de Justicia, Roberto Coloma, afirmó que se adquirió el compromiso de reabrirlo. "Esta no es una cuestión antojadiza, es una obligación legal, la cual tenemos que cumplir, con una infraestructura mucho mejor que la que tenía antes del terremoto", sostuvo la autoridad.
Susana Pino Oliva, directora subrogante del recinto, explicó que en éste se cumplen sanciones privativas de libertad, tal como lo estipula la Ley 20.084 de Responsabilidad Penal Adolescente.
"Es un puente entre un régimen cerrado y una libertad asistida, en la que los jóvenes condenados deben pasar una residencia obligatoria entre las 22 y las 7 horas del día siguiente", señaló.
Se desarrolla un programa de reinserción social que se concreta tanto al interior como en el exterior del recinto. Esto último, porque la ley obliga a que el condenado esté mínimo 8 horas fuera y así alcanzar este objetivo de la normativa.
Actualmente hay 3 muchachos albergados en el centro, uno menor de edad y otros 2 mayores de 18 años, todas condenas que partieron después del 3 de febrero de 2014. El recinto tiene cobertura regional y su capacidad máxima es de 55 personas.
Erwin Jara, presidente de la Junta de Vecinos Nº 17 Manuel Rodríguez, correspondiente al sector donde está el centro, afirmó que los residentes del área están temerosos de que vuelvan a ocurrir situaciones como las vividas anteriormente y aseveró que la solución definitiva es que el recinto sea trasladado a otro punto, o que Gendarmería se encargue de resguardarlo.
"Este es un problema de ciudad. Nos hemos reunido con el Sename, pero esto no es algo que puedan remediar ellos, el municipio es el que tiene que tomar cartas en el asunto, pero hasta ahora eso no ocurre", señaló el dirigente, quien afirmó que en febrero de 2009 él mismo fue víctima de jóvenes del centro, quienes entraron a robar a su casa.
Sobre la posibilidad de ubicar el Semicerrado en otro lugar, Coloma recordó que se han hecho las gestiones para la entrega del paño aledaño a las dependencias del CIP-CRC de Coronel, con la finalidad de generar un proyecto para concretar un traslado.
"Para mí sería lo ideal, vamos a dejar lista la gestión con Bienes Nacionales y Obras Públicas para que se asigne legalmente ese terreno. El próximo gobierno deberá evaluar la posibilidad de concretar el cambio", comentó la autoridad.
Erwin Jara agregó que el Sename les dio a conocer una serie de acciones preventivas para evitar complicaciones, las cuales estimaron insuficientes.
Entre éstas están coordinaciones con el Juzgado de Garantía, para ver el procedimiento de ingreso de los jóvenes; con la Defensoría Penal Juvenil, para la revisión de causa; reunión con las policías y definición de procedimientos internos ante la obligatoriedad de un funcionario público de denunciar hechos posiblemente constitutivos de delitos, por mencionar algunas.
Más allá del rechazo que genera en la comunidad local la puesta en marcha del centro, la dirección de éste hizo hincapié en las mejoras que se realizaron en su interior.
Susana Pino explicó que se instalaron vidrios y puertas antivandálicas, las que antes eran de madera y se podían romper y ocupar como medio de amenaza, como ocurrió en un motín suscitado hace años. También se modificó la portería, para mayor control en el acceso al edificio.
Hoy existen separaciones entre los condenados menores y mayores, como también entre los que presentan un nivel de peligrosidad superior y quienes tienen menor compromiso delictual. Hay también un área femenina apartada a la masculina.
Se suma la adquisición de implementación para afrontar siniestros, para lo cual personal del centro fue capacitado en su uso.
A todo esto se adhieren las mejoras en baños, comedor y zonas de esparcimiento. Sename informó que se invirtieron cerca de $150 millones para lograr la reapertura del centro.
Cabe mencionar que hay un proyecto que espera financiamiento para la instalación de cámaras de vigilancia.
"Más allá de las mejoras en infraestructura, también hay que mencionar una coordinación con las policías, que antes no existían. Hoy, Carabineros y PDI pueden ingresar y van a tener constante presencia acá", comentó la directora (s) del centro.
Un día normal para quienes duermen en el Semicerrado comienza entre 8 y 8.30 horas.
"Desayunan, hacen su cama y aseo de la pieza y hay turnos para la limpieza de dependencias comunes. En período de clases se cumplen las modalidades de reinserción escolar, las que se determinarán según una evaluación previa. En la tarde comen y se hace una evaluación de la jornada y revisión de las tareas para el siguiente día antes de volver a dormir", contó Pino.