Ejercicios ayudan a embarazadas a preparar su cuerpo para el parto
A pesar de que la anatomía de la mujer está diseñada para los cambios durante este período, siempre es beneficioso potenciar el autocuidado, a través de acciones que propicien el bienestar, siendo la actividad física una de ellas. Lo recomendable es hacerlo bajo supervisión médica.
El deporte y la actividad física siempre son recomendados para mantener un buen estado de salud y durante el embarazo no es excepción, ayudando incluso a preparar el cuerpo para los cambios propios de esta etapa.
Mejor estado de ánimo, fortalecimiento de músculos, más flexibilidad y resistencia física, y menos dolores, son algunos de los beneficios que el ejercicio genera en el cuerpo de la futura madre.
Según explicó la enfermera, Fernanda Rodríguez, lo ideal es conversar con el médico sobre qué ejercicios son los recomendables.
No obstante, acotó que "si la embarazada siempre ha hecho deportes no debería haber problema en que continúe con estas prácticas, aunque obviamente con cambios en la intensidad, de manera de reducir los impactos".
Eso sí, hay que tener cuidado con no excederse, ya que la actividad física sin medida puede ser peligrosa.
CON CUIDADO
Lo primero que se debe tener en cuenta es la intensidad y el tiempo que se dedica a los ejercicios. Si se comienza a sentir mareos, deshidratación, náuseas o dolores es señal de que hay que parar.
"Un elemento que no hay que dejar de considerar es que se debe beber abundante líquido para compensar la pérdida a través del sudor", sostuvo Rodríguez.
Combatir el calor es otro desafío, por lo que la profesional aconsejó usar ropas livianas y frescas, que permitan la evaporación del sudor.
Sobre lo anterior dos datos a tener en cuenta: el calzado y el sostén. El primero tiene que ser zapatillas deportivas adecuadas, porque son las que recibirán gran parte del impacto. En cuanto al sostén, la enfermera explicó que será necesario que tenga buen soporte.
Respecto de los ejercicios a realizar, los mejor, sobre todo si no se tiene la costumbre de efectuar deportes, son las caminatas.
Un poco más energía se puede encontrar en ejercicios aeróbicos. La natación, en tanto, por el amplio uso de músculos y extremidades es uno de los más recomendados.
"Las clases de yoga pueden ser una muy buena actividad física, dados los movimientos suaves y completos, que ayudan a mejorar la flexibilidad", apuntó. Lo ejercicios riesgosos y alto impacto, en tanto, deben quedar fuera de la rutina.
La profesional agregó que "siempre esto es un aporte para el período de embarazo. Permite dormir mejor, varias de las molestias visibles durante estos meses se verán disminuidas y ayuda a llegar mejor preparadas para el parto,
BENEFICIOS
La directora de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás Concepción, Pilar Fajardo, detalló que "los ejercicios más recomendados y universalmente reconocidos como favorables, son aquellos destinados a estabilizar columna dorso-lumbar; de tonificación pectoral; de extremidades inferiores, que favorecen el retorno venoso desde los tobillos; y los cardiovasculares".
En este sentido, la especialista reafirmó la importancia de que las futuras madres realicen este tipo de actividad física, debido a que los cambios que se producen generan ciertas incomodidades, sobre todo en el trimestre final del embarazo, cuando el aumento de peso repercute en todo el organismo.
En tanto no existan contraindicaciones médicas, el ejercicio siempre debería ser un aporte, así como también trabajar la respiración para expandir la caja torácica y favorecer la expansión del diafragma (músculo que separa el abdomen del tórax que se ve afectado en su movimiento por el aumento de ocupación en la caja abdominal)".
CAMINATAS
Mantener una buena respiración también logra flexibilizar la columna dorsal, preparándola para el posterior amamantamiento, añadió Pilar Fajardo.
"Durante esta etapa (la lactancia) se produce un aumento del dorso curvo en la madre, producto de la posición mantenida hacia delante mientras alimenta a su bebé", afirmó la experta.
Esta ubicación -en que las madres, sobre todo las primerizas, privilegian la ubicación del hijo- generalmente reciente el cuerpo.
Otra de las consecuencias de los cambios durante el embarazo son los edemas o inflamación de tobillos, sobre todo durante el último trimestre de embarazo.
"En estos casos es ideal que quienes los padecen puedan utilizar los momentos de descanso, manteniendo las piernas en alto, apoyadas en cojines para aprovechar la fuerza de gravedad y favorecer aún más el retorno de sangre desde sus extremidades hacia su corazón", aseguró la profesional.
Por último, la kinesióloga destacó que siempre "la caminata a paso rápido es muy favorable como ejercicio cardiovascular".
Lo anterior debido a que aumenta la irrigación sanguínea y favorece el aporte de oxígeno hacia su cerebro y hacia su bebé, por lo que la experta recomendó utilizar calzado cómodo y seguro, con un taco de aproximadamente 2 centímetros y de buena base de sustentación.