A disfrutar el verano sin excusas
Mantenerse hidratada, consumir frutas y verduras y usar un alto factor de protección solar permitirán pasarlo bien sin correr riesgos.
Algunos de los problemas asociados al embarazo en esta temporada son manchas en la piel, infecciones en el tracto urinario y retención de líquidos.
En verano todos quieren disfrutar del sol, sin embargo, hay quienes deben tener un cuidado especial.
Se trata de las embarazadas, que dada su condición deben tener en cuenta las precauciones de manera de que puedan aprovechar las bondades de la temporada de manera segura.
Según explicó el enfermero y docente de la carrera Técnico de Enfermería de Duoc UC Concepción, David González, hay que recordar que exponerse al sol no es malo, en tanto se haga dentro de las horas de menor intensidad: a primera en la mañana (antes de las 11.00 horas) y última hora de la tarde (después de las 16.00 horas).
Y aunque en verano todas las personas deben estar atentos a los riesgos del calor, como son la exposición al sol y a la deshidratación, el cuidado debe ser aún mayor en las mujeres embarazadas, quienes tienen que tomar las precauciones necesarias para poder garantizar su seguridad y la del bebé.
PROBLEMAS
Uno de los principales problemas asociados a esta etapa es que son más propensas a tener melasma (manchas oscuras en la piel) en el rostro, como resultado de una exposición directa al sol.
"Por esto es que es muy importante que las embarazadas utilicen protector solar factor superior a 50", afirmó González.
Pero el calor también es un problema, ya que puede provocar deshidratación, por lo que es aconsejable beber dos litros de agua diarios.
"Durante los primeros tres meses de embarazo la deshidratación puede ocasionar infecciones del tracto urinario y desmayos, además de provocar que el músculo uterino se contraiga, pudiendo originar contracciones", detalló el docente.
Es por esto que también se hace necesario evitar baños muy calientes y saunas.
"Además, hay que controlarse regularmente los signos vitales como la presión arterial, ya que ésta puede elevarse sobre los rangos normales (120/80 mmhg.)", agregó.
Entre las complicaciones que pueden haber durante la temporada de verano, David González, afirmó que se puede ocasionar preeclampsia, patología caracterizada por la aparición de hipertensión arterial y proteinuria, es decir, presencia de proteínas en la orina, generando peligro tanto para la madre como al bebé.
Pero además se puede producir retención de líquidos, que aunque es una reacción fisiológica y normal, el calor y el aumento excesivo de peso tienden a acentuar aún más el problema.
Para estos casos lo mejor es, durante algunos momentos del día, acostarse con los pies elevados. Una buena idea para esto es usar la ayuda de cojines o almohadones.
Se debe evitar pasear en horas de más calor, sino que preferir hacerlo cuando esté más fresco.
Usar ropa holgada y evitar las prendas que puedan cortar la circulación en muñecas o tobillos.
También se pude probar con masajes circulares en las piernas, los que son una excelente alternativa para facilitar una buena circulación.
"No hay que olvidar que cuando no se pueda evitar el sol, la cabeza debe protegerse con sombrero, y siempre tener en cuenta la protección solar en la cara y en el cuerpo", aseguró el docente.
CUIDARSE DEL SOL
Adriana Mansilla, enfermera, coordinadora de la carrera de Técnico en Enfermería de Inacap Concepción-Talcahuano, manifestó que es necesario recordar que se puede disfrutar del sol e, incluso, beneficiarse de él, en tanto sea fuera del horario de mayor intensidad.
"No podemos olvidar que el sol ayudará a asimilar la vitamina D, lo que favorece la absorción del calcio", agregó.
Evitar las desagradables manchas que aparecen en cara, debido a la exposición indiscriminada los rayos ultravioleta, favorecidas además por los cambios hormonales, es uno de los desafíos de las embarradas durante la temporada estival.
Según explicó Mansilla, para esto es clave el uso de protectores solares con factores altos, los que deben ser esparcidos en la piel 30 minutos antes de exponerse al sol, renovándolo frecuentemente
Pero además hay que tener en cuenta cuál usar, lo que dependerá de no sólo de la piel, sino que también del lugar donde se está.
"Por ejemplo, en la playa el factor de protección solar tiene que ser más alto debido a que el sol se refleja en la arena, mientras que en la ciudad son una buena opción las cremas con filtro solar incluido", aclaró la especialista.
Durante los días nublados, en tanto, también se necesita usar bloqueador solar ya que los rayos ultravioletas siguen pasando a través de las nubes.
"Tampoco es recomendable confiarse de la sombra, ya que hay que tener en cuenta que muchos elementos como la arena, la nieve o el agua reflejan los rayos solares", planteó.
La exposición, en cambio, tiene que ser por períodos cortos. No obstante, si el calor es muy intenso y se comienza a sentir mareos, con náuseas o cansada, lo mejor es volver a un lugar fresco.
Eso sí, la coordinadora de Técnico en Enfermería, apuntó que siempre la alternativa más sana para lucir un bonito color veraniego es usar lociones autobronceantes, lo que permite evitar los rayos solares.
"Este tipo de productos se puede encontrar en distintos formatos, por lo que basta con elegir el que más se adecue al tono de piel, pudiendo, de esta manera, disfrutar del verano de manera segura", planteó.