José Andrés Urrutia, de 23 años, trae divertidos caramelos desde EE.UU. y Europa, y a convenientes precios.
Una colorida estética y llamativo mobiliario, son algunos de los factores que caracterizan a la tienda Candy Store, ubicada en el Boulevard del Valle, en San Pedro de la Paz. La experiencia de compra de los niños es sin duda un factor determinante, según José Andrés Urrutia de 23 años, joven emprendedor a cargo del proyecto.
Quienes conocen sus productos incluso comparan el concepto como el de la película "Charlie y la Fábrica de Chocolate". De hecho, entre sus productos estrella figuran dulces importados desde Estados Unidos, Bélgica, Suiza, Italia, España y Alemania, en innovadores formatos como polvo, gel o spray.
El éxito de esta innovadora idea ha sido tal, que el año pasado Bci distinguió a este joven como el Emprendedor del Año, banco que según el mismo cuenta, lo apoyó financieramente para llevar a cabo su idea.
ATRIBUTOS ESPECIALES
Desde pequeño fue fanático de los dulces, por lo que estimó conveniente traer esta idea, adecuando el modelo americano de la tienda original Candy Store a una versión americana. "La idea fue ir manteniendo el estilo de lo que nosotros queríamos en todo caso, y era una propuesta diferente, con un espacio en donde todas las personas vivir este nuevo estilo de compra", puntualizó.
Fue así como en un principio habilitaron una casa, para trasladarse un tiempo después a este local ubicado en un punto estratégico de San Pedro. Dentro de los desafíos del negocio está el avanzar hacia Concepción, específicamente a uno de los malls que actualmente se encuentran operativos, para ofrecer un mayor acceso a estos productos.
"Las confiterías han estado desde siempre con nosotros, sin embargo mi propuesta es distinta, mucho más moderna. En la Región siguen existiendo muchos negocios en donde los dulces están detrás de las vitrinas. Acá los chicos cuentan con pequeños canastos, adecuados especialmente para ellos, en donde eligen lo que van a llevar en base a sus gustos. Es un sistema de compra mucho más libre", comentó.
Los productos cumplen a cabalidad el hecho de entregar sabores originales, pues quien pasee un rato por la tienda puede encontrarse con caramelos con sabor a canela con un toque picante, dulces extremadamente ácidos, y algunos que incluso, a juicio del mismo locatario se califican como "sabores asquerosos", pero que permiten la posibilidad de jugar en un encuentro familiar o fiesta, a través de una pequeña ruleta incorporada en el paquete del producto.
"Todos los dulces de esta tienda poseen un atributo especial, que permiten divertirse. Por ejemplo una innovadora base de polvo con dos masticables que se untan y se van comiendo, o caramelos que son durísimos por fuera pero que si se logra llegar al centro son muy agradables y blandos", explicó.
Wonka es una de las marcas más llamativas del local, y que hoy relacionan aún más a este emprendimiento con la película de "Charlie y la Fábrica de Chocolate".
Una de las novedades del negocio es la Pucker Bowder, una máquina exclusiva en Chile, y que contiene dispersadores a través de los cuales los niños obtienen distintos sabores y colores en un tubo, permitiéndoles crear sus propios productos comestibles.
Este emprendedor, decidió seguir un camino prácticamente único. Pese a que en un principio indicó que fue una labor difícil, llamó a otros jóvenes a atreverse a seguir nuevas apuestas, especialmente en la Región del Bío Bío.
José Andrés Urrutia es Ingeniero de Administración de Empresas, y actualmente se encuentra cursando el Magíster de Comunicación Estratégica y Negocios, en la Universidad del Desarrollo. Este joven destacó el apoyo, que le ofreció Banco Bci al otorgar gran parte del respaldo financiero de su tienda y por confiar en un proyecto tan joven. "También debo agradecer a los proveedores, quienes también depositaron su respaldo en mí", dijo. Sus mayores peak de ventas se registran en el Día del Niño, Navidad, Halloween y otras fechas.