Ejército recordó el 27/F con testimonios y aprendizajes
Se trata de un proceso de lecciones que la institución ha incorporado a su quehacer y normas doctrinarias, y que ha rendido frutos en el fortalecimiento de la reacción frente a emergencias.
El Hotel Militar de Concepción se llenó de historias la mañana de ayer. Dirigentes y autoridades recordaron, con emoción, gratitud e incluso algo de picardía, sus vivencias durante la madrugada del 27 de febrero de 2010, que a todos despertó con un terremoto y posterior tsunami, del que aún se recogen aprendizajes.
Precisamente ese fue el sentido de reunir a los protagonistas de la tragedia en la "Jornada de Reflexión, Terremoto 27/ F", organizada por el Ejército de Chile, a modo de recoger las experiencias que sirven, tal como lo dijo el Comandante en jefe del Ejército, General Juan Miguel Fuente-Alba, en el proceso de lecciones aprendidas de la institución.
De este modo, indicó el general en su discurso, con el que finalizó la convocatoria, los aprendizajes contribuyen a modificar el sistema doctrinario, siempre perfectible, del organismo, con el fin de mantener y fortalecer la labor de servicio que cultiva la institución.
No sólo se cerró con el discurso de Fuente-Alba, si no también con la entrega de galardones (ver fotografía) a diferentes autoridades y figuras que se calificaron como sobresalientes durante y luego de la catástrofe, entre ellas la ex intendenta y senadora electa Jacqueline van Rysselberghe, el histórico locutor penquista Salvador Schwartzmann, la dirigenta de Dichato María Angélica Torres y el propio Intendente regional, Víctor Lobos.
"Todos los testimonios que se recibieron, experiencias, vivencias, situaciones, pasa a formar parte de las lecciones aprendidas que de alguna manera ha estado en funcionamiento respecto a los temas que tienen que ver con la reacción del ejército ante situaciones de emergencia, catástrofes, pérdida de personas, etc. De las más mínimas a las más complejas como el 27 de febrero de 2010. Por una parte el ejército da cuenta de que ha hecho este proceso, y por otro, alimentarlo", sostuvo el comandante.
Juan Miguel Fuente-Alba era, el 27 de febrero de 2010, jefe del estado mayor del Ejército, y estaba en una comisión de servicio en Buenos Aires. Aunque no estuvo presente en el país desde el primer minuto, sí tiene claridad respecto a los elementos que la catástrofe deja a la institución.
"La Oficina Nacional de Emergencias, Onemi, no sólo a nivel nacional si no regional, local, y no tan sólo a nivel de sistemas de comunicación, si no en sistemas de reacción, el equipamiento de nuestras unidades, cuadrillas, para reaccionar a los sistemas de emergencia, está más afinada y es de mayor rapidez al 27/ F, para que cosas que tuvieron demora no vuelvan a ocurrir. Otras situaciones dan prueba de esto, las reacciones del ejercito frente a las peticiones de la Onemi", relató.
A esto se suma ejercicios permanentes de la institución sobre esta materia y una preocupación constante al respecto. El actuar de ellos, aclaró el general, se adscribe solamente a un estado de excepción constitucional.
En tanto, el intendente Lobos destacó la labor del Ejército. "Se logra una unión entre dirigentes espontáneos con la organización permanente del Ejército de Chile, el cual se reestructura luego del terremoto, y pasan a ser parte de esta civilidad con uniforme, y los que no tenían uniforme, pasan a ser parte del Ejército sin uniforme y sacan adelante las necesidades inmediatas de la tragedia".
Pero, Lobos también señaló los elementos pendientes luego de la tragedia: "Hay gente que tiene problemas incluso de tipo afectivo, que perdió a sus seres queridos, aún está en proceso de adaptación. También en algunos aspectos falta reconstrucción, gente que tiene abandonadas sus viviendas y que es necesario que las reconstruyan, que no catalogan para una ayuda social al gobierno. Yo creo que la reconstrucción está bastante hecha, pero lo principal creo que es la parte afectiva. Las heridas permanecen abiertas".
Fuente-Alba, durante su discurso indicó que el 27/ F fue una gran oportunidad para el Ejército de "volver a tomar contacto, cercanía, con la sociedad y el pueblo de Chile".
En términos concretos, indicó luego, hubo un cambio de mentalidad respecto a la visión del Ejército luego de la catástrofe, donde la vocación de servicio del personal militar fue lo más valorado. "No quedarse con una visión del Ejército en una lógica de la historia cercana y tener un estereotipo negativo del ejército. Eso fue lo que pasó. El haber alcanzado más del 74% de respaldo ciudadano fue precisamente por eso, se cayeron los fantasmas definitivamente, es un gran logro, y no es del lado nuestro, si no también de la ciudadanía", sostuvo el comandante.
Esta cercanía con la ciudadanía fue confirmada por el comandante de la División Doctrina del Ejército, General de Brigada Rodrigo Urrutia. Él fue el encargado de la organización de la actividad y del proceso de lecciones aprendidas.
"Yo creo que siempre el contacto es poco, y a lo menos debiera estar adecuadamente considerado y la coordinación si bien es un conjunto normado, es una referencia. El criterio y la flexibilidad, la consideración de nuevos elementos es valorado. Esto da el adecuado nivel de la acción, actuar y responsabilidad en esta área social que le compete al ejército. Yo estoy tratando con personas, esta consideración es clave, y en nuestro proceso formativo lo tenemos que considerar", confirmó.