Celac insta a la solución pacífica de controversias
Líderes de América Latina reunidos en Cuba recetaron más integración para apuntalar sus economías y resolver viejas asignaturas pendientes como la desigualdad social, pero mostraron enfoques diferentes sobre el abordaje.
La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que terminó en La Habana debe reclamar además el fin del aislamiento de Cuba por parte de Estados Unidos, visto como un anacronismo de la Guerra Fría.
Presidentes con visiones políticas diametralmente opuestas como el liberal colombiano Juan Manuel Santos y el socialista venezolano Nicolás Maduro celebraron la diversidad y hablaron de una preocupación común: cómo distribuir mejor los frutos del auge económico de la última década.
"América Latina ha hecho avances muy importantes, pero el camino que queda por recorrer es más difícil", dijo Santos en un discurso. "Por eso si unimos esfuerzos vamos a ser más efectivos".
"El crecimiento tiene que ver con la inversión. Quiérase o no, economía que no invierte es una economía que no crece", añadió.
La reunión de La Habana festejó la diversidad, con el presidente cubano Raúl Castro, un comunista, incluso bromeando en un momento que "hasta (Sebastián) Piñera estaba de acuerdo" con el discurso del socialista Maduro.
Pero el encuentro dejó al descubierto enfoques que parecían irreconciliables.Santos dijo, por ejemplo, que la integración económica y financiera perseguida por Chile, Perú, Colombia y México con su Alianza del Pacífico generará recursos para poder invertir en proyectos sociales. Pero el presidente boliviano Evo Morales, un socialista, acusó a la Alianza de privatizar el agua y la energía.