Vacaciones son propicias para que jóvenes cometan excesos
Para el psicólogo Daniel Salazar Sazo, el reforzamiento familiar es fundamental. Sólo así se generan ambientes de confianza y se logra disfrutar del verano sin exponerse a peligros.
Las vacaciones son sinónimo de viajes, fiestas y nuevas experiencias. Si bien todas estas actividades significan para los jóvenes instancias para el desarrollo personal, también traen factores de riesgo que pueden tener consecuencias insospechadas. Para muchos, nefastas.
"Vacaciones son tiempo de descansar sin horarios. No hacer nada, romper reglas, almorzar a cualquier hora… y para los jóvenes, esto se traduce en pasarlo bien y en carretear. La juventud relaciona el verano con la diversión nocturna. Y desde ese punto de vista sí existen nuevos escenarios, más riesgosos", afirma Daniel Salazar Sazo, psicólogo, integrante del equipo del Programa de Educación en Valores, Afectividad y Sexualidad, PAS, de la USS.
Normalmente, durante la juventud, entre los 15 y los 29 años, las personas no tienen mayores problemas de salud. "Actúan sin límites, libres, con una sensación de 'a mí no me puede pasar nada