Liderar una de las investigaciones criminales más emblemáticas y complejas que se recuerden en nuestra Región puede significar una presión importante para el ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, Jaime Simón Solís Pino, más aún si se considera que en marzo agregará otra carga laboral al asumir la presidencia del tribunal de alzada penquista.
Quienes conocen y trabajan con Solís comentan que este abogado de 66 años tiene la intención de mantenerse comandando las indagatorias por la muerte de Jorge Matute Johns mientras ocupe la cabecera de la orte de Concepción, siendo un fiel reflejo de la capacidad laboral que siempre ha demostrado, afirmaron.
Pero, ¿quién es el hombre que da las órdenes en la reabierta investigación por el deceso de Matute Johns?
Jaime Solís nació en Temuco, el 24 de julio de 1947, y es el menor de 4 hermanos. Su infancia transcurrió en la Región de La Araucanía y, posteriormente, su familia se trasladó a Concepción.
Solís Pino estudió primero en el Colegio Sagrados Corazones y luego se incorporó al Liceo Enrique Molina Garmendia, en donde finalizó su enseñanza secundaria.
Condiscípulos de Solís en esa época destacaron que era un niño ordenado, estudioso y siempre bien presentado, recordando con especial atención una chaqueta de gamuza café que usaba para ir al liceo, esto, cuando aún no se ocupaban uniformes.
Siguiendo los pasos de su padre, Abraham Solís Guíñez, y de su hermano Álvaro, entró a estudiar leyes a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción, desde donde egresó en 1972 y se título el 30 de agosto de 1974.
"Nuestro padre fue ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción y fue presidente de ésta en 1967, así que el tema de las leyes vino del papá. Este año Jaime asume la presidencia de la corte y llega al mismo grado que su padre, lo que para él es un orgullo. Incluso los colegas me dicen que por fin Jaime es presidente, igual que su padre", comentó Álvaro Solís.
Un dato relevante de Jaime Solís es su inclinación y experiencia en la justicia criminal, lo cual pudo pesar a la hora de determinar la persona que llevará el hoy reabierto Caso Matute.
No obstante, su carrera partió lejos de Concepción, como secretario del Tercer Juzgado de Letras de Arica, cargo en el que fue nombrado el 24 de febrero de 1975. Durante los años siguientes ocupó puestos en Los Andes, Nacimiento, Bulnes y Los Ángeles. En 1991 se convirtió en titular del Primer Juzgado del Crimen de Concepción, en donde se desempeñó hasta su arribo al tribunal de alzada penquista, el 9 de septiembre de 2002.
Fernando Saenger recordó que entre los casos importantes que Solís ha investigado en el pasado está la muerte del último intendente regional del gobierno del Presidente Salvador Allende, Fernando Álvarez Castillo, luego que el anterior magistrado que indagó el hecho, Fidel Henríquez, pasara a conformar la Corte de Apelaciones de Concepción. En esta causa, Solís aplicó Ley de Amnistía, aunque no se identificaron responsables en ese momento.
El ministro Solís está casado con Patricia Grant Iturriaga y tiene 4 hijos, María José, María Fernanda, María Javiera y el menor, Jaime Ignacio.
Quienes lo conocen y laboran con él definen a Jaime Solís como una persona sencilla, de buen trato, inteligente, trabajador y activo.
"Él es una persona muy solidaria y muy leal. Profesionalmente, hay que ser objetivos, ha demostrado mucha dedicación. Me ha correspondido integrar sala en más de alguna oportunidad y las decisiones que hemos tomado, que yo recuerde, no han tenido problema en la Corte Suprema", comentó por su parte el ministro del tribunal de alzada penquista, Diego Simpértigue.
Este profesional agregó que se trata de un abogado que domina los temas jurídicos. "Tiene un compromiso con el sentido de justicia que debe imperar en los jueces, más allá de cualquier otra consideración, ese norte es esencial para la función judicial", dijo.
Álvaro Solís agregó que como todos los magistrados, su hermano es bastante reservado y no comenta mucho lo que está haciendo laboralmente, porque "la opinión de ellos (jueces) se sabe cuando dictan la sentencia. Obviamente, converso con él, intercambiamos opiniones sobre asuntos jurídicos, pero tocamos muy poco los casos que está viendo", contó.
Una de las características que destacan quienes lo conocen es su veta deportiva, en especial en lo referido al tenis, el que practica semanalmente en el Parque Ecuador de Concepción para mantenerse en forma.
"En este minuto no sé si sigue jugando, no lo he escuchado comentar actividades de tipo tenístico", dijo su hermano.
También le gusta correr, incluso con algunos reconocimientos recientes, puesto que durante la Semana Judicial que se desarrolló en octubre pasado participó en una corrida, obteniendo una medalla por su desempeño.
Pero, el deporte no es la única actividad que desarrolla el magistrado al interior de la Corte de Apelaciones de Concepción (más allá de su trabajo normal), puesto que se destaca por ser uno de los ministros que más participa en eventos al interior del tribunal. Un botón de muestra es la coordinación que efectuó para el Día del Patrimonio en el palacio de justicia penquista.
Al contar la vida laboral del ministro Solís, es inevitable no mencionar al ministro Juan Rubilar Rivera, conectados ambos por aspectos fundamentales.
El primero tiene relación con la presidencia de la Corte de Apelaciones de Concepción. Rubilar ocupó la titularidad de este cargo hasta fines del año pasado, cuando se retiró del Poder Judicial.
Ante esto, se determinó que Solís asumiera esta responsabilidad a partir del próximo 3 de marzo, mientras el ministro Freddy Vásquez realizaba esta faena de manera momentánea.
La segunda razón por la que están conectados Rubilar y Solís tiene relación, precisamente, con el caso que tiene al futuro presidente de la corte penquista en el ojo de los medios de comunicación...
El 12 de febrero de 2004, el ministro Solís se encontraba subrogando al juez Rubilar en el Caso Matute, cuando fue hallado el cuerpo del joven estudiante, desaparecido desde el 20 de noviembre de 1999.
Esta fue la primera oportunidad en que Solís tuvo que afrontar la responsabilidad del emblemático caso, por lo que fue quien dio las instrucciones iniciales para las diligencias en ese punto de inflexión de la investigación.
Casi 10 años después, tomó de nuevo la causa, esta vez de manera titular, luego que aparecieran nuevos antecedentes de ésta.
La madre de Jorge Matute, María Teresa Johns, ha mencionado en reiteradas oportunidades la confianza que tiene en el trabajo actual que Solís puede efectuar en las indagatorias, basándose en el contacto que tuvo con él cuando fue encontrado "Coke" en 2004.
"Cuando supe que era el ministro Solís quien asumió la causa de 'Coke