Tinas de vino, spa, desayunos y almuerzos campestres es la oferta del grupo de emprendedores.
Potenciar a Quillón como un lugar netamente turístico, destacando su historia, la elaboración de vinos y otras cualidades, es uno de los objetivos de Cayumanqui Turismo, que pretende establecer una ruta que en definitiva de a conocer los principales atributos de la zona.
Es así como este programa, apoyado por Corfo, se encuentra en pleno proceso de implementación. Uno de los primeros destinos del recorrido es la Viña Escobar, ubicada a 19,5 kilómetros de la plaza, en donde los turistas llegan a disfrutar de un desayuno campestre, no sin antes degustar un típico harinado.
Allí es donde Miguel Escobar, uno de los siete hermanos propietarios de la viña, da a conocer su historia y la importancia del lugar. Allí produce 72.000 kilos de uva en 6 hectáreas. "La idea es transmitir el cariño que uno le tiene a la viña", sostiene.
Después del terremoto, producto de los severos daños que sufrieron sus vasijas, hoy este oriundo de la zona ya no puede dedicarse a la producción de vinos que distribuía principalmente en Coronel, Lota, Chiguayante y Cañete. Sin embargo continúa distribuyendo uva Moscatel de Alejandría a la Viña Concha y Toro.
Una vez contada la historia del lugar, los turistas se sientan en una carpa ubicada en pleno terreno. Allí disfrutan del típico pan amasado, mate, café de trigo y huevos revueltos.
Paralelamente a esta idea, la esposa de Miguel, Ilina Aedo, fabrica productos cosméticos en base al vino blanco y tinto, con jabones exfoliantes de pepita de uva, además de aceites y bálsamo de labios, entre otros.
Estos conocimientos los adquirió durante su época viviendo en España, en donde incursionó en este ámbito a través de talleres. Es tal su nivel de gusto por este rubro, que junto a su marido crearon un nuevo proyecto para el sector: un spa, que principalmente explotará la vinoterapia. Ubicado al frente de la viña, este centro de relajación cuenta con el apoyo de Corfo, y ya se encuentra en proceso de construcción. Se espera que las obras culminen en marzo de este año. Dentro de sus atractivos estarán las tinas de vino, en donde los visitantes podrán disfrutar de todas sus propiedades antioxidantes.
Otro de los proyectos de esta familia es avanzar en materia de apicultura, que también pretende incorporar sus beneficios al spa. Otro de los aciertos del proyecto, consiste en la sustentabilidad, gracias al funcionamiento a través de paneles solares y energía eólica.
"En la fecha del terremoto yo no estaba en Chile. Me encontraba en España viviendo con mi hija y con mi nieta. Allí aprendí muchas cosas. Asistí a un taller de jabones y aún estoy perfeccionándome. Creo que los bajos precios de la uva hoy pueden ser un beneficio, y así podemos realizar otras actividades. Aún estamos iniciando esto, ha sido algo difícil, porque aún debe pasar por el Servicio de Salud. Eso es lo más importante", detalló Ilina.
Según Valeria Jara de Cayumanqui Turismo, la ruta denominada "Viñas, sabores e historia del Valle del Itata", actualmente trabajan con diversos actores, que pretenden además resaltar la gastronomía del Valle del Itata. "Queremos hacer un recorrido por la historia del vino", afirmó.
Por eso es que otro de los destinos es la Hostería San Carlos, ubicada a pocos metros de Quillón. El restorán comenzó en 1968 con una hostería en la comuna de Florida, para después trasladarse al mencionado sector.
Según Emilia Cisternas, una de las propietarias, éste cuenta con un amplio estacionamiento y un menú "muy abundante", especialmente creado para los turistas que van de paso por la zona.
"Se trata de comida tradicional, como pastel de choclo, humitas, corderito lechón arvejado y el clásico pato asado, novedad de la casa. También tenemos conejo y chuleta ahumada", señaló.
Durante la semana la hostería recibe a unos 80 clientes, a diferencia del fin de semana en donde la cantidad aumenta considerablemente. "Este lugar es muy familiar, muy típico en la comuna", aseguró la dueña del restorán, que se ubica en la ruta 148 de Quillón, específicamente en el kilómetro 16.
El recorrido culmina con la visita a viñas artesanales del sector, en donde los propios productores son quienes dan a conocer el proceso de elaboración de los vinos.