La música también fluye en la Escuela de Verano UdeC 2014
Académico Nicolás Masquiarán comenta sobre los matices sonoros de esta nueva versión, su relación a la Fiesta que los penquistas están invitados y la influencia de Concepción en acordes nacionales.
"La fiesta: El arte de celebrar" es la invitación que hace este año la U. de Concepción en la Escuela de Verano. Y así debería ser, por lo menos, hasta el 25 de enero próximo, cuando se baje el telón de la cita temática, tal como se hace desde el 2002.
Bajo este supuesto, la idea de fiesta, una de las expresiones artísticas que más presencia tiene entre las casi 40 actividades programadas, entre conversatorios, charlas y exposiciones, es la música.
Primero infaltable en cualquier celebración que se precie de tal. Segundo, en el siglo que corre, tal como ocurrió en el XX, como forma de arte comunicante, la música tiene una presencia mucho más masiva que otras. Está en todas partes, desde la ambiental en salas de espera o en conciertos masivos. O sea, en el ámbito público o privado, ésta juega rol preponderante. ¿Quién no tiene su banda sonora particular para correr, caminar o, simplemente, estar?
En atención a esto, uno de los puntos altos de la inauguración de la Escuela, el miércoles, en la Casa del Arte, fue la presencia de Alminar Ensamble, especializado en música judeo/española. Por momentos, sus notas fueron una verdadera invitación al baile, tal como era posible apreciar en las más de 100 personas reunidas en el lugar, en un clima más bien académico.
ABRIR LA ACADEMIA
Por eso, lo atinado y feliz que resulta esta versión 2014, tres semanas, donde no van a faltar acordes folclóricos, jazzísticos, autorales, cercanos al pop o al rock. El arcoíris de posibilidades es amplio.
"Creo que Concepción tiene, en la actualidad, una actividad efervescente en lo musical. Pero esa fiesta adolece de ser aún muy fragmentaria, con públicos segmentados y relativamente cerrados. Hace falta una audiencia más abierta a entender que la fiesta tiene diferentes caras, diferentes personalidades y que todas ellas aportan su cuota al gran carnaval", comenta el musicólogo Nicolás Masquiarán, docente del Departamento de Música de la UdeC desde 2006.
Al respecto, este año la instancia académico/musical ofrece seis talleres dedicados a la música: "Rítmica corporal: Música en movimiento" dictado por Soledad Donoso, "Tecnología aplicada a la música", a cargo de Felipe Hinojosa; "Introducción a la guitarra clásica" con Fernando Lillo, Luis Toledo y Alejandro Gallegos; "Armonía popular", de Rodrigo Álvarez y "Los archivos del rock", bajo la responsabilidad de Masquiarán.
"La idea de estos cursos es abrir parte de las actividades académicas regulares hacia la comunidad, de modo que están pensados accesible a cualquier interesado", resumió.
SHOWS Y FIESTAS
Si algo tienen los espectáculos programados en esta oportunidad es su diversidad. Se proyectan así distintas expresiones para escuchar al Bío Bío.
"La variedad en la parrilla de la Escuela de Verano habla de la diversidad y calidad a la que podemos optar. Si somos, en efecto, una 'ciudad cultural