Colegio Pinares busca una formación integral
Ocuparse de los hábitos de estudio y los valores del alumno, lograr que los padres estén presentes en ese proceso y no hacer que los jóvenes piensen sólo en la PSU durante sus últimos dos años de Enseñanza Media.
"Hasta ahí ni hay nada que cueste plata", dice Raúl González, subdirector del Colegio Pinares, con 260 alumnos. Hasta ahí, nada que muestre por qué un colegio particular es el mejor promedio PSU en la Región, 50 lugares más arriba que el mejor Municipal del Bío Bío.
La diferencia, dice González, está en que "un profesor de jornada completa en nuestro colegio tiene 24 horas de clases. Eso le deja espacio para poder exigirle al alumno, para entrevistar a los apoderados y a los estudiantes, para dedicarse más a cada uno".
Afirma que eso les ha ayudado, porque han puesto su ventaja económica orientada a ese sentido. "Hay colegios caros que gastan la plata en muchas cosas materiales. A las personas que van a ver nuestro colegio les llama la atención que hay muy poca tecnología, muy pocas cosas costosas. Nosotros tenemos preocupación por las personas. No basta con cobrarle harto a los alumnos para tener buenos resultados, no hay fórmula mágica", dice el subdirector.
"Cuesta ingresar al Brasil", dice Manuel González, su director. Cuesta pasar a formar parte de los 1.558 alumnos que tiene el colegio. Se puede ingresar en los cursos pequeños, a kínder, pero los cupos son muy pocos en los cursos más altos. Sobre todo en enseñanza media.
Esto, más allá de la selección más exigente que se puede hacer de los alumnos, ayuda a mejorar los resultados académicos y de la PSU, porque se crea un compromiso más fuerte entre la familia y el establecimiento.
"Si a una familia le cuesta poner a su alumno ahí, entonces habrá mayor perseverancia por mantenerse, por hacerlo bien", dice González.
El colegio Brasil, con 170 años de existencia, siempre ha mantenido buenos resultados en el ámbito municipal. Este año no ocultan su felicidad por estar en el lugar 23 de los mejores promedios PSU a nivel nacional de los municipales, y por ser el puntaje más alto de la Región, también a nivel municipal.
"Esto nos llena de satisfacción y de responsabilidad, porque un buen resultado atrae más gente, atrae a más alumnos y mayor compromiso de ellos por seguir siendo buenos", afirma el director, quien cuenta que en la trayectoria ha tenido muchos ex alumnos con exitosas carreras universitarias.
"La diferencia es el profesor que hace las clases", comenta Christian Cormack, rector del colegio Almondale, el mejor de los subvencionados en la Región del Bío Bío.
Lo central para Cormack, es lo que sucede en el aula, donde el maestro "debe tener un buen ambiente de trabajo para él y para los estudiantes".
Aquí los profesores tienen 36 horas de clases y se concentra allí el mayor potencial. La planificación de lo que ocurra en ese ambiente también es fundamental. Ese plan anterior, hecho pensado en buenos resultados, no debería fallar, explica el rector.
No es nuevo para Almondale tener buenos resultados en la PSU, "la sorpresa es estar dentro de los 100 mejores del país, pero tenemos buenos resultados siempre, en otras pruebas también, como el Simce. Todo eso es por la rigurosidad que tienen los profesores", afirma Cormack.
El establecimiento fue creado en 1993 y hoy cuenta con 1.340 alumnos.
Como cuenta el mismo rector, otro de los asuntos en los que el colegio ha decidido poner énfasis, y que según él marca una diferencia, es lo valórico y espiritual, "a través del trabajo que se hace con pastoral y también con los profesores".