"En general, el público de Concepción es complicado"
Un día antes de lo previsto, encargadas del espacio artístico que funcionaba en Lincoyán 40 decidieron finalizar el capítulo de una historia desarrollada durante tres años a favor de las expresiones jóvenes en la ciudad. Aunque no descartan seguir, por ahora quieren descansar.
Tal como llamaron al evento de cierre, fue un "Viaje" el que emprendieron en diciembre del 2010 Constanza Green y Valentina Durán como timoneles del espacio artístico Del Aire Artería.
Y aunque el domingo abrieron las puertas del espacio de 220 m2, para realizar la venta de arte final, expresiones como la danza y música también se dieron cita en Lincoyán 40. Allí funcionaba Del Aire desde octubre de 2011, luego de iniciar sus actividades en diciembre de 2010, bajo el techo de la ex Sala Dos. Estuvieron alrededor de 6 meses, previo al traslado a la dirección, donde ayer ordenaron y bajaron las cortinas a esta aventura. Por lo menos, en una primera parte.
"Lo que queremos ahora es detenernos y descansar un rato, para evaluar en marzo qué se puede hacer", comentan ambas gestoras artísticas. Dos jóvenes penquistas que desde el teatro -Valentina- y las artes plásticas -Constanza- levantaron un proyecto que terminó por convertirse en un hito para la creación de artistas jóvenes.
Nombres como los de Álvaro Huenchuleo, Rosa Valdivia, Patsy Muñoz y Lucía Haristoy, Carola Aravena, Romina Ortega, Ignacio Soto-Aguilar y Watanaz, entre una larga lista; encontraron a media cuadra del Parque Ecuador un lugar de encuentro para compartir experiencias, pinceles y miradas.
"Hemos sido parte de todo un movimiento ofreciendo un espacio para muchos artistas y colectivos de la ciudad. Hemos contribuido durante tres años a generar mayor movimiento en torno a las artes de Concepción", explican.
Asumen que este final responde básicamente a un tema de costos -3 millones pesos mensuales fijos- que nunca se pudieron satisfacer con las ventas.
"Hablamos de gastos propios del espacio, como arriendo, cuentas, personal (el equipo humano lo constituían seis personas), el que tampoco podíamos mantener todos los meses", explicaron en referencia a gente de aseo o cocina. "Nunca logramos trabajar con el personal adecuado", acotaron las directoras, quienes tampoco recibían un sueldo a fin de mes por su gestión.
"Incluso muchas veces gente a la que no podíamos pagarle, de todas maneras colaboraba con nosotras", destacaron con mucho agradecimiento hacia ellas.
"Nosotras tampoco nunca tuvimos tiempo para hacer contactos, relaciones, ya que acá nos teníamos que preocupar de todo, desde abrir, atender, limpiar y cerrar", contaron.
LO QUE VIENE
Por ahora, Constanza y Valentina reiteran que se darán un tiempo.
"Nos va a servir para retomar nuestras propias actividades en la pintura y teatro", dijeron, quienes comenzaron a evaluar la posibilidad de cerrar Del Aire Artería en abril pasado. "Ahí lo vimos como una posibilidad y a mediados de año tomamos la decisión", señalaron.
- Fíjate que estamos contentas de cerrar de buena manera, porque lo sabíamos. Quisimos hacerlo dignamente y no estar súper mal para tomar la decisión. Igual nos costó acostumbrarnos a la idea y ver en concreto la evaluación económica del espacio. Por eso no fue traumático, a pesar de que todo el tiempo se hacía más difícil mantenerlo desde el arte. Postulamos a fondos, tocamos puertas y evaluamos la realidad.
- Hemos hecho bastante autocrítica, también. Y lógicamente hubo cosas por aprender, como la gestión en el hacer, por ejemplo. Tuvimos esta idea loca e impulsiva, pero si no lo hubiéramos hecho Del Aire no habría estado.
UN PAPEL IMPORTANTE
En eso, dijeron, también jugó un rol importante la propia gente.
"En general, el público de Concepción es complicado, ya que no busca actividades culturales, no se da la situación de buscar panoramas, sino que hay que presentárselo armado para ver si es que vienen".
- Exactamente, es una cuestión cultural a nivel general y amplio. Y eso no pasa en otros países. Mira se explica de esta manera: A las funciones de teatro el 80 por ciento del público era extranjero, especialmente, franceses (en general estos montajes contaban con un promedio de entre 15 y 40 personas). Igual tiene que ver con algo social en el país y cómo se construye ciudad por ejemplo. En Chile casi no son caminables, mientras que en otras partes eso no ocurre. En nuestro país hay una mentalidad mucho más gringa, siempre están pensando en el mall y no en desarrollar espacios como éste, donde hay también una cuestión con el barrio.
- Justamente, nuestra propuesta estaba enfocada en el arte contemporáneo que, quizás, tampoco es del gusto de un público más clásico. En todo caso, a Del Aire la gente venía en cantidad -el promedio por inauguración era de 50 personas-, pero no con dinero para comprar (...) O con plata, pero sin conocer las corrientes actuales. Eso habla de un tema con la generación de audiencias.