Desde Arauco dos hermanos apuestan por la biotecnología
ProChile es uno de los socios claves en este empeño por consolidarse, ya que el interés principal es llegar a industria minera en todo el cordón andino de América Latina.
Una sociedad bien sui generis es la que han ido dando forma recién hace 7 meses los hermanos, nacidos y criados en Arauco, René y Gloria Bravo Barrales. Pero más allá de este dato, lo relevante es el área de trabajo en la que están buscando crecer y desarrollarse profesionalmente, sin desvincularse de la zona.
René es ingeniero comercial, con especialización en agricultura, y ella es doctora en biotecnología de la Universidad de Alicante (España), con especialidad en la minería, aunque de formación ingeniera civil bioquímica. Su trabajo es la biotecnología de extremófilos, que en simple son aquellos organismos capaces de vivir, o sobrevivir, en condiciones extremas de temperatura, ambientes ácidos, etc.
Y si bien admiten que con ello no están descubriendo la rueda, según confiesa René, ya que hace más de dos décadas que se investiga y se aplica este tipo de conocimiento siendo el más importante en Chile el desarrollado en la minería, había poco acceso a la información y a las tecnologías, porque hace 20 años no existían. Un ejemplo de esas aplicaciones más conocidas es el proceso de lixiviación del cobre.
Y es hacia este sector a donde apuntan con más certezas y a la industria pesada en general. Pero en este camino también se han visto otros como las aplicaciones en farmacología y aquí ya han hecho algunos desarrollos, todo en alianza con la Universidad de Alicante, la de Granada y la de Madrid, que son sus partners en este emprendimiento.
René Bravo agrega que en Chile y en esta Región, en especial, hay mucha investigación científica y de alto nivel, "por lo que queremos es poner en valor ese conocimiento, ser la interfaz entre el y la empresa, lo que en la práctica significa poner en valor ese conocimiento en la industria". De ahí la alianza con las universidades hispanas.
Lo que se busca es la aplicación de lo que está investigado, explica Gloria. Por ejemplo, una empresa quiere producir un tipo de aceite, nosotros buscamos donde está disponible ese conocimiento y la mejor tecnología y se la traspasamos a las empresas".
Actualmente, hay un trabajo con organismos extremófilos, que tienen alguna molécula o enzima exclusiva y que sirve a la industria farmacéutica. Hay un trabajo en este sentido, con el laboratorio penquista Pasteur, pero descartaron detallar de qué se trata.
Esos microorganismo pueden ser altamente eficientes en procesos productivos e incluso modificar una economía.
A modo de ejemplo, la aplicación de organismos que permiten mejorar los productos y procesos siderúrgicos con la biometalurgia . "Son baratos, no dejan residuos, pero podrían tener un impacto en el empleo", explicaron.
También hay algún trabajo en la industria del petróleo en recuperación de suelos contaminados, en la agricultura con bioremediación de suelos degradados, tratamiento de pasivos ambientales de la actividad minera como los relaves que tienen metales pesados y donde se pueden recuperar un porcentaje marginal de cobre o cobalto y níquel. En la obtención de principios activos utilizados en moléculas de extremófilos para estabilizar otros principios activos, como por ejemplo en la fabricación de cremas o emulsiones para la industria cosmética, en la industria farmacológica o alimentaria.
Gloria Bravo destaca que todos estos son procesos sustentables súper naturales, que viene a competir con lo que actualmente existe. "Ni el proceso es contaminante, ni el producto final".
Una tecnología como esta también es muy fácil de transferir a pequeños productores porque son procesos que se han aplicado ancestralmente en la elaboración de cremas e infusiones.
"La biotecnología se dio una vuelta de 45 millones de años desde que el primer hombre creó la cerveza, y durante ese tiempo pasó por la química hasta llegar de nuevo a la origen", reflexionó su hermano y agregó que "Chile es un país privilegiado en estos bichos porque tenemos todos los climas y ambientes, pero no hay que ser ingenuos, porque los países desarrollados saben que en ellos está el futuro del mundo".
Esto abre una nueva oportunidad de negocios, productos o servicios, es sustentable y eso por sí mismo, lo va a justificar en una empresa o industria. Nuestra apuesta es vender conocimiento sustentable social, económico y productivo, afirman.
El punto crítico es el tema de la propiedad intelectual, pero por ahora están respaldados por sus socios españoles. Con sus clientes, algunos fuera de las fronteras nacionales, operan con estrictos acuerdos de confidencialidad y contratos de exclusividad.
El modelo de negocios está en desarrollo y perfeccionándose y en total, son 7 personas, incluida una directoria científica en Europa.
Hasta ahora, se siguen moviendo con un grado importante de intuición de que la biotecnología de extremófilos tiene un futuro esplendor. Queremos ser los que iniciaron esta industria y con especial interés en esta región, cuyo eje de desarrollo estratégico de negocios, también es la biotecnología, y especialmente en Arauco.