Secretario del Tesoro, Jack Lew, dijo que el país llegará a su límite de endeudamiento antes del 17 de octubre. Gobierno podría tener dificultades para pagar cheques de pensiones.
El presidente estadounidense, Barack Obama, canceló un tramo de un esperado viaje a Asia para reunirse ayer con líderes del Congreso, mientras la parálisis parcial del Gobierno entraba a su segundo día sin soluciones a la vista.
El estancamiento ha generado dudas sobre la capacidad de Washington para desarrollar las tareas más esenciales. Aunque una paralización corta haría un daño relativamente pequeño a la mayor economía del mundo, los mercados globales podrían colapsar si el Congreso también falla en elevar el límite de deuda antes de que se acabe la autoridad de endeudamiento en las próximas semanas.
La paralización parcial, que entró en vigencia a la medianoche del lunes después de que republicanos y demócratas no llegaran a un acuerdo sobre una medida a corto plazo para mantener las operaciones del Gobierno, dejó a cientos de miles de empleados federales de licencia, cerró sitios históricos como el Gran Cañón y evitó que algunos pacientes de cáncer recibieran tratamiento de última tecnología.
El jefe del Ejército de Estados Unidos dijo que la situación estaba dañando significativamente las operaciones militares cotidianas, mientras que funcionarios de inteligencia dijeron que mina su capacidad de monitorear amenazas.
La decisión sobre el viaje a Asia, diseñado para reforzar el compromiso de Estados Unidos con la región, es la primera consecuencia internacional directa de los problemas en Washington.
Obama recortó dos escalas de una gira de cuatro países y dejó en duda las visitas a otras dos naciones. El presidente partirá el sábado y volverá una semana después.
El mandatario dijo a sus pares en Malasia y Filipinas que no podría reunirse con ellos como estaba planeado y un funcionario de la Casa Blanca informó que Obama evalúa su asistencia a cumbres diplomáticas en Indonesia y Brunei.
Obama se reunió con los cuatro máximos líderes del Congreso- el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, la líder demócrata de la Cámara Nancy Pelosi, el líder demócrata del Senado Harry Reid y el líder republicano del Senado Mitch McConnell.
Los republicanos han buscado ligar la continuación de los fondos gubernamentales a medidas que socavarían la reforma de salud del país, un enfoque que Obama dijo no aceptará. La polémica ley de salud dio un paso clave el martes, cuando comenzó a inscribir a estadounidenses sin seguro para acceder a cobertura de salud subsidiada.
"Nos complace que el presidente finalmente reconozca que su negativa a negociar es indefendible", dijo el portavoz de Boehner. "Ni está claro por qué tendremos esta reunión si no es para iniciar conversaciones serias entre ambos partidos".
Obama insiste en que el Congreso reabra el Gobierno y eleve el límite de deuda sin condiciones, dijo un funcionario de la Casa Blanca. Un asesor demócrata del Senado dijo que es improbable que la reunión genere grandes avances.
La lucha entre demócratas y republicanos sobre la autoridad de endeudamiento se ha fusionado rápidamente con el choque sobre el financiamiento. El secretario del Tesoro, Jack Lew, dijo que el país llegará a su límite de endeudamiento antes del 17 de octubre.
El Gobierno podría tener dificultades para pagar cheques de pensiones, cargos de interés y otras deudas tras ese punto.