Hernán Cheyre analiza avances de la Corfo durante su gestión
Según el vicepresidente ejecutivo del organismo, las tareas pendientes se centrarían en un tema de "cultura" emprendedora, y en la modificación de la Ley de Quiebras.
Uno de los mayores logros que se ha establecido durante su paso por la Corfo: que la comunidad sienta que este organismo es más cercano, y no sólo está orientado a apoyar a grandes empresarios. Sus tareas pendientes: modificar la Ley de Quiebras y crear una mayor cultura emprendedora en nuestro país.
Ése es el balance que Hernán Cheyre Valenzuela, vicepresidente ejecutivo de Corfo, realiza en estos más de tres años, que ha permanecido en el cargo. Su paso en Concepción fue corto, pero intenso, según declara, ya que por estos días se concentra en difundir la Semana de la Pyme, actividad inédita en el país. "Es importante resaltar la labor que los emprendedores realizan, si tomamos en cuenta que más del 60% del empleo lo generan las pymes", dice.
Para Cheyre la labor que hoy realizan los emprendedores es sumamente vital, pues genera que salgan imitadores. "El deporte es un ejemplo muy claro: sale un futbolista como Iván Zamorano y aparece Alexis Sánchez. Nosotros sugerimos que hoy surjan estos imitadores de emprendedores, esos héroes locales que son anónimos, que la gente no conoce pero que por Dios que han hecho cosas importantes", sostiene.
-Se podría decir que lo que más destaco son los resultados. Estoy muy satisfecho porque usando la misma cantidad de recursos, porque el presupuesto global no ha cambiado, hemos logrado aumentar en 2,5 veces el número e beneficios. Hemos podido llegar a mucha más gente. Eso es un buen logro. Ahora, más que los números, en lo central he tratado de darle un giro a la labor que hace Corfo, centrándola mucho más en temas de emprendimiento e innovación, y segundo, llegando mucho más a los que necesitan un compromiso con las pymes. Hasta el 2009, un tercio del presupuesto global de Corfo se lo llevaban empresas grandes y dos tercios las pymes. Hoy, ellas se llevan un 95% del presupuesto, es decir, estamos frente a un Corfo orientada al pequeño emprendedor, al pequeño innovador que quiere hacer algo. Eso ha sido un cambio muy significativo.
-Sería injusto indicar un proyecto en particular, porque inmediatamente se desmerecen los otros. Pero por su alcance, yo destacaría el Programa de Garantías para Pymes, el cual genera que Corfo avale parcialmente a una organización que tenga dificultades para acceder a un crédito financiero. Antes, cuando no existía ese aval, Corfo entregaba apoyo por otras vías, pero no llegaba a las pymes en buenas condiciones. Hoy, en la Región del Bío Bío, sólo el 2013, se han cursado más de cinco mil garantías, y los montos totales bordean los $110 mil millones. Con esto hoy los emprendedores pueden acceder a créditos con mejores condiciones, ya sea en plazos, montos o en tasas menores de interés. Por eso destaco este programa, debido a su alcance y masividad.
-Lo primero que debo mencionar es el compromiso del Presidente de generar 200 mil empleos por años, tarea que ya se ha cumplido, pues vamos en los 830 mil nuevos trabajos. Ahora, dentro de las cosas que podríamos decir que nos faltan es perderle el miedo al fracaso. En una buena proporción, los emprendimientos, en un primer intento no resultan. Eso es aquí y en el resto del mundo. Claro que culturalmente en Chile no estamos preparados para ello. Normalmente a alguien que le va mal en un emprendimiento es sindicado como un perdedor. Y la ley tampoco nos ayuda. Me refiero a la Ley de Quiebras, que es la que regula los términos de los negocios, en Chile está obsoleta, pues en promedio demora cuatro años y medio en poder dar la vuelta cuando a alguien le fue mal en un negocio. En esos cuatro años y medio, que es un período largo, esa persona está prácticamente en un congelador, y tiene cerrado el acceso al mercado financiero. Lo miran como una persona que hizo algo raro. La ley, como está concebida hoy, tiende a ver a alguien que le fue mal en un negocio como algo delictual. Claro que existen quiebras que son dolosas pero muchas otras no lo son. Por eso creemos que una de las tareas pendientes consiste en avanzar más. Por eso la nueva normativa comenzó a tramitarse en este gobierno, y se encuentra en los últimos trámites legislativos. Su característica principal: es más ágil, es decir, si antes demoraba más de cuatro años, hoy el promedio sería de siete meses, o sea, es un avance importante. En definitiva, aparte de lo anterior, necesitamos un cambio cultural, y que más y más gente se atreva a emprender, sin tenerle miedo al fracaso.
-La gente debería ver que emprender es algo entretenido, y que los va a hacer crecer como personas, junto con permitirles un mejor desarrollo profesional en su oficio o lo que tengan, y que por esa vía van a contribuir más al desarrollo del país. Nuestros programas apuntan a generar una percepción de que si les va mal, los vamos a estar ayudando. Esos cambios no se generan de un día para otro, por lo que como Corfo estamos operando a nivel escolar, es decir, tratar de inculcarles este espíritu emprendedor desde pequeños, y que estén conscientes de que hay que saber enfrentar los desafíos con perseverancia y esfuerzo, sin temor al fracaso. Gracias a eso hoy también hemos logrado acercar nuestra institución a la gente, que antes era considerada como una entidad gubernamental que ayudaba sólo a las elites, a las grandes empresas. Hoy es más masiva. Lo otro importante es sacarnos de la cabeza que Corfo es una institución en donde uno puede golpear la puerta y obtener recursos para algo. Somos mucho más que eso. La ayuda va por un tema más de acompañamiento y que lo asesoren en su capacidad de gestión, a mejorar la calidad de su negocio y estrategia comercial. Hoy, dentro de nuestros nuevos objetivos está el hecho de entregar ayudas mucho más masivas a todas las personas que quieran emprender.