Una alteración en el reloj biológico que muchos no alcanzan a notar, es parte de los cambios que trae consigo la modificación de la hora -hecho que en el país se llevó a cabo el sábado, según las indicaciones del Shoa-, con efectos como trastornos pasajeros de concentración, irritabilidad, somnolencia o leves confusiones.
Se trata del paso al horario de verano, a través del adelantamiento en sesenta minutos en el reloj, con lo que se busca aprovechar en una mejor medida la exposición a la luz solar, permitiendo la realización de un mayor número de actividades al aire libre.
No obstante, las molestias, debido al proceso de adaptación en el que entra el organismo al quitar una hora de sueño, son transitorias, pero pueden afectar incluso a personas en quienes no se había evidenciado algún trastorno en el dormir.
Según explicó Ramón Caamaño, neurólogo y académico de la Universidad San Sebastián, es la población infantil y de adultos mayores quienes tendrían las mayores dificultades para reajustar sus ciclos.
"Los que tardan más en adaptarse al nuevo horario son las personas de edades extremas: niños y ancianos. Sin embargo, jamás se ha comprobado que persista algún trastorno neurológico derivado de estos cambios", señaló.
No se trataría de un efecto preocupante, agregó, debido que "los efectos del cambio de hora se producen por una leve alteración en el reloj biológico, que regula internamente en las personas sus ciclos diarios, como el de la comida, sueño y vigilia, entre otros",
Evitar las consecuencias no es difícil. En esta línea el médico aconsejó una alimentación sana y liviana, mayor consumo de líquidos y evitar el consumo de alcohol o exceso de cafeína, de manera de no agravar los problemas derivados del trastorno de sueño.
"Un buen ejercicio es, durante los días previos al cambio, intentar dormir 15 a 30 minutos después del horario habitual. Pero ahora que ya se hizo la modificación horaria, puede ser útil que las personas que persistan con trastorno del sueño usen Melatonina, un hipnótico natural suave y efectivo", recomendó Caamaño.
MÁS LUZ
Un fuerte llamado a ver los efectos positivos que trae consigo el horario de verano, que otorga más horas de luz natural, con mayores posibilidades de disfrutar del día y practicar actividades físicas al aire libre, generando un mejor estado anímico, es el que enfatizó Astrid Munzenmayer, directora de Enfermería de la Universidad Andrés Bello.
"En general, los días más luminosos repercuten directamente en el estado anímico de las personas, mejorándolo considerablemente", planteó.
Asimismo la docente reconoció que durante el proceso de adaptación pueda haber algún grado de molestias y alteraciones del sueño, al producirse dificultad para dormirse en las noches.
Lo anterior, debido a que el horario de verano hace que los días sean más largos, confundiendo a el organismo y su reloj biológico, acostumbrado a otra hora para descansar.
Pero "es un proceso normal, que sólo tarda unos días para adaptarse. La falta de sueño en sí, puede gatillar después irritabilidad o somnolencia", sostuvo.
"Quienes más se pueden ver influidos con el cambio, son los niños, sobre todo lactantes, quienes tienen una rutina establecida y no comprenden, por ejemplo, por qué las mañanas están más oscuras, optando por querer dormir esas horas y no durante la noche", afirmó Munzenmayer, quien agregó que similares complicaciones podrían quedar de manifiesto en una alteración en la alimentación, lo que al igual que es resto de los efectos, serían de carácter pasajero.
POSITIVOS
Más energía y ánimo en las mañanas, incluso en la tarde y hasta horas posteriores a la jornada laboral, es parte de las consecuencias positivas del horario de verano y entrada en estas estaciones del año.
Según afirmó el psicólogo de Megasalud, Marcelo Tarque, "existe directa relación con la activación en el cerebro de sustancias químicas u hormonas que son producidas en el hipotálamo, las que inciden en el ánimo de la gente, en la medida que suben o bajan el nivel de actividad, durante el día y la noche".
Es por lo anterior que el profesional sugirió buscar vías para disfrutar del cambio de horario, aprovechando la exposición más duradera a la luz solar. Por ejemplo, destacó la posibilidad de comer durante la hora de almuerzo al aire libre, o bien tomarse unos minutos de descanso al sol, disfrutando de un té o café.
Con respecto a las actividades físicas en exteriores, Tarque explicó que no sólo implican deportes, sino que también existen alternativas como caminar cerca de la casa o salir a disfrutar al jardín o de entornos naturales, "éstas son excelentes opciones los fines de semana, debido a que constituyen un aporte en que las personas tengan un mejor estado anímico".