Nuestro hogar es el lugar en donde nos sentimos seguros, están nuestras pertenencias, comodidades y espacios para el descanso. Pero dentro de la casa también se esconden peligros, principalmente si no se toman las precauciones necesarias ni se miden los riegos.
Las mayores inseguridades aparecen en el período de vacaciones, cuando los niños y adolescentes podrían quedar solos si sus padres van a trabajar, y no existe un adulto que pueda supervisarlos.
Dentro de las casas se encuentran diversos factores de riesgo que, por la falta de experiencia de los más pequeños o una aventura, los puede tomar por sorpresa.
Alicia Contador, experta en Prevención de Riesgos de la Mutual de Seguridad Cchc, recomienda que se debe realizar un cuidadoso y consciente proyecto de educación preventiva para reforzar la seguridad en el hogar. "Tenemos que enseñarles a nuestros hijos que las mismas actividades que hacen puertas adentro, podrían originar accidentes y, desde ahí, nace la necesidad de conocer los riesgos y aplicar las medidas preventivas", afirma.
Es así como juntarse con los amigos, cocinar, bañarse en la piscina, estar en el computador o manipular artefactos eléctricos son elementos o actividades que podrían conllevar a una desgracia.
PELIGROS
La profesional señala que dentro de los riesgos que se dan con mayor frecuencia están las caídas, golpes, sobreesfuerzos, quemaduras, cortes y picaduras de insecto. Además agrega que existen otros mucho más complejos como el contacto eléctrico, exposición a productos químicos, incendios, explosiones. "Para contar con un hogar seguro es fundamental detectar y controlar estos riesgos, eliminando, en lo posible, las causas que los generan", sostiene.
Alejandro Bianchi, director de la carrera Ingeniería en Prevención de Riesgos del Instituto Profesional Santo Tomás, comenta que todo lo que existe en el hogar es peligroso si no se usa adecuadamente o bajo supervisión. "Un cuchillo es peligroso porque puede producir riesgo de corte, así como un secador de pelo representa un riesgo de electrocución, lo importante es tener las cosas en buen estado y utilizarlas correctamente", menciona.
Hay que tener en cuenta que si estas inseguridades están latentes cuando hay un adulto supervisando a los más pequeños, esto aumenta considerablemente cuando están solos, ya que no tienen conciencia real sobre lo que se están enfrentando.
Viviana Espinoza, coordinadora de la carrera de Prevención de Riesgos de Inacap sede Concepción-Talcahuano, comenta que los principales peligros son los hervidores o teteras de agua caliente, escaleras, segundos pisos o vivir en edificios, así como los artefactos eléctricos y cilindros de gas.
Alicia dice que los desplazamientos bruscos, como correr por escaleras y pasillos pueden provocar accidentes graves, así como la manipulación de objetos cortopunzantes, cuchillos, agujas y tijeras.
Un juego común en los niños es saltar sobre las camas, lo que también podría desencadenar en una fatalidad al caer mal.
Alejandro, por su parte, explica que poner pestillos tampoco es recomendable, porque en caso de que hubiera que evacuar, estos se transforman en un impedimento.
Los enchufes o conexiones eléctricas en mal estado también son riesgosos y, aunque estén en buen estado, si no se saben manipular y se sobrecargan, se pueden producir cortes de circuito o electrocuciones. "Los jóvenes también deben tener en cuenta que la mezcla de agua y electricidad es fatal, por lo mismo no deben conectar notebooks en las cercanías de una piscina, por ejemplo", manifiesta Alicia.
CONSEJOS PREVENTIVOS
Para evitar los accidentes y tener más seguridad al dejar a los más pequeños sin el cuidado de un adulto, se deben tomar los resguardos que lo garanticen.
Viviana menciona que "nunca se debe dejar la puerta con llave, además de explicarle a los niños que no abran la puerta". Ella aconseja cortar el suministro de gas, no dejar ollas a la orilla de la cocina, ni estufas o braceros encendidos.
"Si hay bebés al interior del hogar, se deben colocar rejillas en las escaleras para evitar que suban o bajen, así como cerrar las ventanas y colocar seguros, además de no dejar objetos peligrosos cerca de ellos", asegura.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los niños, idealmente, no manipulen agua caliente y, si lo hacen, que no sea directamente con las manos. Que no se metan a las piscinas sin la supervisión de un adulto, si es que no se tiene la confianza de que sepan nadar.
"También se deben mantener las conexiones de electricidad y gas en buen estado, y las sustancias químicas rotuladas, lejos del alcance de los niños", explica Alejandro.
Otra acción importante, y que parte desde la educación familiar, es mantener un orden dentro de la casa, que no hayan elementos que obstaculicen el paso, manteniendo cada cosa en su lugar, principalmente en lugares como ventanales, balcones o escaleras.
Cuando existe calefon, lo esencial es que los niños no lo enciendan directamente y, en caso contrario, enseñarles cómo deben hacerlo. Si este elemento se encuentra al interior del hogar, hay que asegurarse que se deje una salida de aire, tomando en cuenta que estos objetos siempre deben estar en lugares ventilados y nunca dentro de los baños.
El profesional menciona que todos los objetos peligrosos como cuchillos, tijeras, agujas, sustancias químicas de aseo del hogar o de la casa, deben estar en lugares donde los niños no puedan alcanzarlos y que ellos no se den cuenta cuando los padres los están escondiendo, porque eso les significaría un desafío para encontrarlos.
Él concluye que una buena manera de prevenir los riesgos es mostrándoles los resultados que podrían ocasionarles los actos, a través de fotos o videos, además de enseñarles cuáles son las vías de escape del hogar, en caso que hubiera una emergencia, así como la importancia de que pasen la menor cantidad de tiempo posible sin el cuidado de un adulto.